Bilbao - Justo 30 días después de salir por la puerta de atrás del Barcelona, Ernesto Valverde rompió su silencio y volvió a ponerse ante los focos. Lo hizo para recibir en San Mamés el Premio Referente que el Bilbao International Football Summit quiso entregarle por su trayectoria en los banquillos. Lo hizo más delgado y con una inusual barba. Pero lo hizo con la misma diplomacia de siempre. Y es que el de Viandar de la Vera, extécnico del Barça y del Athletic, entre otros, utilizó su habitual serenidad para hablar de la nueva vida que tiene desde que el club catalán optó por prescindir de sus servicios. "No he visto mucho fútbol porque quería coger un poco de distancia. De hecho, el Athletic-Barça de la Copa es el único partido que he visto al completo desde entonces", reconoció Valverde. El entrenador se mostró muy contento de que los leones continúen vivos en la competición copera porque "están ante una gran oportunidad de ganar el título ya que otras veces ha habido conjuntos más potentes en las semifinales". Y, de hecho, admitió haber visto "de lejos y de reojo" unos minutos del pasado duelo ante el Granada: "Según pasaba el partido sí que pensaba que el Athletic iba a hacer el segundo gol, que iba a conseguir un resultado mejor; pero el Granada es un buen equipo y el de Los Cármenes va a ser un partido complicado". Sin embargo, Valverde consideró que el encuentro de cuartos de Copa que enfrentó a sus dos exequipos fue "un calco" del que se jugó en San Mamés en la primera jornada liguera: "No quiero generar ninguna polémica, pero fueron dos encuentros muy parecidos. Los dos son partidos en los que el Barça dominó y jugó bien, pero a última hora, antes Aduriz y su golazo, y ahora Williams, aparecieron para marcar".
A pesar de su controvertida salida del Barcelona, Valverde dijo no guardar rencor al club catalán ya que "no me siento injustamente tratado": "Para mí, entrenar al Barça ha sido una suerte increíble y soy muy afortunado por haber podido entrenar allí. Cuando vas a un club de tal calibre, sabes lo que supone y era evidente que el nivel de crítica es mucho mayor. Además, ya se sabe que el entrenador siempre va a ser el culpable de que a un jugador le dé el balón en el culo y te hagan gol en el último minuto. Por eso, solo quiero pasar página". Sin embargo, como el premio Referente se le otorgó por su trayectoria en los banquillos, el técnico tuvo que echar la vista atrás para quedarse con sus mejores momentos. Y Valverde reconoció sin tapujos que su trofeo más dulce fue "la Supercopa con el Athletic contra el Barça": "Esa Supercopa supuso mucho porque el Athletic llevaba mucho tiempo sin ganar nada. Había jugado tres finales contra el Barça y no pudo ganar ninguna. Además, yo soy del Athletic y, aunque todos los títulos suponen algo para mí, este fue especial".
Futuro incierto Y es que Valverde no escondió su predilección por el Athletic. Los seis años, en dos etapas, que pasó en el banquillo rojiblanco le dejaron tal huella que no dudó en admitir que "este club es lo mejor que me he encontrado en mi carrera": "Tiene un clima de trabajo interno tan especial, tan positivo, tan reconfortante...". Sin embargo, el de Viandar de la Vera descartó regresar el club de sus amores para cumplir un tercer ciclo: "Ya tengo 56 años y aquí hay entrenadores nuevos y jóvenes que están llamando a la puerta como Andoni Iraola, Joseba Etxeberria... Yo he estado tiempo en el Athletic, ahora es el momento de toda esta gente. El futuro del Athletic pasa por ellos".
De hecho, aunque ha pasado ya un mes desde que el Barcelona le sustituyera por Quique Setién, Valverde todavía no sabe qué va a hacer: "Tenía decidido estar un tiempo parado porque llevo mucho tiempo seguido entrenando. Pero no tengo nada claro. Me preguntan por la Premier, pero es que a mí me gusta hacer cosas raras como irme a Australia o Japón. Tener alguna aventura extraña porque el fútbol se va terminando y quiero pensar en sitios raros. Conocer otra cultura, otra gente y otro fútbol".