Donostia - Asier Illarramendi de por vida en la Real. Como informó ayer este periódico, el acuerdo entre el jugador y el club txuri-urdin era un hecho y lo único que quedaba era escenificar la rúbrica que se produjo al mediodía de ayer en las oficinas del estadio de Anoeta. Finalmente el nuevo contrato será hasta 2023, es decir dos años más longevo del que firmó cuando regresó del Real Madrid en 2015 y su cláusula asciende hasta los 70 millones y no 50, como se venía especulando. Cuando finalice esta vinculación, el canterano tendrá ya 32 años, una edad en la que podrá replantearse lo que le queda de carrera, aunque viendo su capacidad física seguro que todavía le quedará bastante cuerda.

El anuncio de su renovación unido del relevo en la capitanía, que se vivió en la despedida de Xabi Prieto, confirman que la Real ha dado galones a Illarramendi para que sea su referencia, no solo en el juego, que ya lo era al ser su organizador, sino también en el vestuario. El futbolista estaba encantado tras sellar la entente con la Real: “Estoy muy feliz. Cuando me comentó Aperribay en un viaje que me quería renovar, le contesté que aún me quedaban tres años de contrato, pero he firmado por otros dos años. Estoy contento, porque esto es lo que quería, es lo que sentía. Voy a estar aquí hasta que el cuerpo aguante, hasta los 33 años”

Este año le tocará llevar la ikurriña de capitán tras la retirada de Xabi Prieto. El guipuzcoano acepta la responsabilidad con madurez e ilusión: “Sí que es verdad que me toca llevar al brazalete, pero no me lo tomo con mucha presión, sino como algo bonito, un reconocimiento del club. Ser un referente, un ejemplo para la gente joven y los niños es bonito e intentaré dar ejemplo a los que vengan de abajo, aunque tenga cierta presión”. - Mikel Recalde