Tiger Woods quiere volver a intentarlo. Será la tercera vez que trata de reverdecer laureles en un campo de golf desde que en 2013 empezaran sus problemas físicos y de todo tipo. Ese año el golfista de Cypress, el jugador que ha estado 683 semanas como número uno del mundo, más que nadie en la historia, logró cinco títulos. Pero en la primavera de 2014 pasó por primera vez por el quirófano para tratar de superar sus problemas de espalda. Desde entonces, Woods ha jugado solo 19 torneos, el último de ellos a comienzos de este año en el Farmers Insurance, precisamente el primero que ganó Jon Rahm y en el que el californiano no superó el corte. A punto de cumplir 42 años, el ganador de catorce majors y de 79 torneos en el PGA Tour, ha programado su vuelta a la alta competición en el Hero World Challenge, en Bahamas. Es un torneo a caballo de las temporadas, semioficial, de cuatro vueltas sin corte, auspiciado por su propia Fundación en el que solo toman parte 18 jugadores, que no puntúa para el circuito estadounidense, pero sí para la clasificación mundial en la que Tiger es ahora mismo el 1.184. En este escenario la megaestrella jugó también su único torneo de 2016 por lo que su estado de forma, tras sufrir cuatro operaciones en la espalda, otras tantas en la rodilla y otra serie de problemas extradeportivos, es una absoluta incógnita.

Woods se dejó ver como vicecapitán del equipo de Estados Unidos en la President’s Cup y ya entonces comentó que se encuentra mucho mejor, que la espalda ya no le causa dolores. “No sé cuál será mi 100% después de ocho operaciones. Pero intentaré acercarme a esa cifra. Iré paso a paso, es un proceso y no tengo prisa”, comentó. En este sentido, dicen quienes han podido compartir vueltas con él que le está pegando bastante largo a la bola, que su swing surge fluido y que no ha perdido el toque en el juego corto. Así fue en el pasado Día de Acción de Gracias cuando Tiger Woods disputó un partido informal con Brad Faxon, Dustin Johnson y el presidente Donald Trump.

Justo ahora el californiano ha alzado la voz para pedir algún cambio en los materiales ya que cada vez los jugadores le pegan más fuerte y más lejos “y a los campos les van a faltar yardas”. “Y no sé si tenemos terreno para hacerlos más grandes”, ha dicho Tiger, que se ha rodeado de la mejor compañía para su reaparición en el Hero World Challenge. Entre los 18 participantes están, por ejemplo, los tres primeros del mundo, Dustin Johnson, Jordan Spieth y Justin Thomas, el ganador del Circuito Europeo Tommy Fleetwood, además de Justin Rose, Matt Kuchar, Rickie Fowler o el ganador de 2016, Hideki Matsuyama. Entre los ganadores de los grandes de este año solo falta en Bahamas Sergio García. Ellos y muchos jugadores más se han mostrado entusiasmados, aun con la debida prudencia, con el regreso de Tiger Woods ya que nunca se han enfrentado a él en plenitud. Su último título grande lo ganó en 2008 y entonces la mayoría de los dominadores del golf mundial ahora mismo eran apenas unos adolescentes que soñaban con imitar las hazañas de su ídolo. Otra cosa es hasta dónde llegue el nivel competitivo de Woods después de tanto tiempo parado y cuando está en una edad en la que se empieza a apuntar el declive físico.