corrales de buelna - Con el otoño dando vueltas, arremolinado durante más de una semana, los árboles vestidos con el plumaje ocre y las hojas con el ultimátum colgándoles del futuro, se despierta la temporada del ciclocross, el ciclismo del barro. A la espera de que en Euskadi la campaña amanezca la próxima semana en Orduña, Los Corrales de Buelna (Cantabria) acogió la competición con un circuito mixto. Hubo barro, pero también zonas rápidas. El ecosistema ideal para el lucimiento de Aitor Hernández (Specialized-Ayuntamiento de Ermua), que agarró la primera victoria del curso con autoridad. Nadie le pudo discutir. Tampoco sostenerle la mirada. El vizcaino aventajó en 45 segundos a Javier Ruiz de Larrinaga (MMR-Spiuk) y en algo más a Kevin Suárez, que completó el podio.
Aitor Hernández abrió gas en cuanto asomó al trazado. Es su estilo. Más en un circuito que se acomodó a sus características. “Con unas condiciones bastante buenas y adecuadas a lo que me gusta a mí, con algo de barro pero con zonas rápidas”, diseccionó el ermuarra. Hernández no tardó en liberarse del corsé de las dudas que acompañan a los estrenos y su acelerón desprendió a sus rivales. Ruiz de Larrinaga, con un motor más diésel, no pudo embridar el reprís de Aitor Hernández. “Me he encontrado muy a gusto sobre la Specialized y con un buen golpe de pedal, ha sido un día redondo”, expuso el vencedor, que una vez corto el sedal que le unió a Kevin Suárez, diseñador del trazado, no encontró oposición. A Ruiz de Larrinaga, que fue de menos a más, no le alcanzó para rastrearle de cerca y luchó con Suárez al que descontó para ser segundo. “Aitor ha hecho una salida realmente fuerte, como las que nos tiene acostumbrados otros años, y que mi forma de afrontar las carreras por mi físico es la de ir de menos a más, se explica el resultado”, analizó Ruiz de Larrinaga después del festejo de Aitor Hernández, que abrió la vitrina.