vitoria - Casi un año después de cortar la cinta en la Plaza España al paso de los vencedores, hacerles entrega de sus respectivos premios, agradecer públicamente la impagable labor de instituciones, patrocinadores, medios de comunicación y voluntarios, y comenzar a perfilar sobre un papel las líneas básicas de la próxima edición, ésta, la número diez del Triathlon Vitoria-Gasteiz, ya está aquí. Y arranca hoy, al alba, en las aguas del pantano de Landa, donde al filo de las ocho de la mañana se presume una temperatura cercana a los 17º-18º. “Ideal”, según la organización, para romper con los nervios y protagonizar el primer paso de una jornada que se presume durísima debido a las altas temperaturas que registrará el mercurio, especialmente entre las 12.00 y las 16.00 horas, tal y como advirtió ayer la organización en su reunión técnica con los triatletas a partir de diversos partes meteorológicos. Por eso ayer la Virgen Blanca y la Plaza España estaba copada por un ejército mixto de triatletas que no dejaban un instante de hidratar sus cuerpos con botellines de agua y bebidas isotónicas, además de procurar a sus músculos una mayor relajación con las cada vez más habituales medias de descanso. El pistoletazo, como se decía, tendrá lugar a las 8.00 horas. Los primeros en saltar al agua serán los triatletas de la modalidad Half -élite y amateur-, que este año son 1.296, y varios minutos después, concretamente 25, les llegará el turno a los 1.207 dorsales del Full, entre los que hay 50 mujeres. A partir de ahí, la carrera irá quemando kilómetros a nado, en bici sobre uno de los mejores circuitos del mundo y a pie por el circuito urbano de Vitoria, un relativo soplo de aire fresco para los triatletas debido a lo sombrío del recorrido. A eso del mediodía, con el sol picando ya por encima de los 30º, irán llegando los primeros triatletas élite de la media distancia, mientras que sus hermanos mayores, los del Full, no lo harán aproximadamente hasta las cinco. A partir de ahí, un sálvese quien pueda hasta las 23.45 horas, fijada como tope por la organización para concluir una jornada donde otro año más el calor de la afición volverá a alentar a los triatletas en el camino a sus objetivos.