París - El Comité de Disciplina de la UEFA multó ayer con 100.000 euros a Croacia por los incidentes causados por sus ultras en el partido de la Eurocopa contra la República Checa del pasado día 17, al tiempo que condicionará la venta de entradas a sus aficionados radicales a que no haya nuevos altercados.
El organismo se mostró más magnánimo con los croatas de lo que la semana pasada había sido con Rusia, a quien amenazó de exclusión de la competición en caso de reincidencia tras los disturbios causados en Marsella tras el partido contra Inglaterra del pasado día 11.
A diferencia de los rusos, los ultras croatas no protagonizaron en Saint-Etienne enfrentamientos con la afición rival, aunque lanzaron bengalas al campo, lo que obligó al árbitro a suspender el partido durante unos minutos.
Las peleas entre ultras croatas, el lanzamiento de bengalas y otro material al campo, como un petardo que aturdió a uno de los responsables de seguridad, y su comportamiento racista, han motivado la sanción, aunque es menos dura que la impuesta a Rusia. Entonces, la multa fue de 150.000 euros y la amenaza llegaba hasta la expulsión de la competición.
Con Croacia no van tan lejos, pero sí que condicionan la autorización de vender entradas a sus aficionados más radicales, que sean identificados como tales por la propia federación y las autoridades croatas. Esas entradas ya han sido vendidas para el partido de hoy contra España.
En el caso de que vuelvan a producirse comportamientos inadecuados en la grada croata, la limitación de venta de entradas se aplicará para los siguientes duelos si Croacia se clasifica para octavos de final.
Croacia es la segunda nación sancionada por el comportamiento de sus ultras durante esta Eurocopa en la que, además, tienen abierto expediente Turquía, Hungría, Bélgica, Portugal, Rumanía y Albania. En todos los casos, la investigación se refiere a lanzamiento de objetos al campo o la presencia de bengalas en las gradas, aunque en algunos también se añade el comportamiento racista.
Temor a más incidentes Por su parte las autoridades de Croacia están tratando de prevenir desordenes similares cuando los balcánicos se enfrenten hoy a España. “Estamos en constante contacto con la policía francesa”, señaló un portavoz del ministerio del Interior croata en Zagreb.
El ministerio ha identificado 25 personas que participaron en los incidentes del pasado viernes, cuyo comportamiento fue calificado como “bárbaro”. Las autoridades croatas creen que la mayor parte de estos ultras sigue en Francia, pero el Ministerio del Interior croata asegura haber facilitado a la policía francesa todos sus nombres, para que sean detenidos.
Los principales grupos de aficionados partirán a Burdeos hoy por la mañana en medio de enormes medidas de seguridad en los pasos fronterizos croatas, donde la policía tratará de impedir el paso a los radicales. - Efe