Hace poco más de un año, Yevhen Seleznyov (20-VII-1985, Makiivka) era poco menos que un héroe nacional para un país, Ucrania, sumido en una tremenda crisis originada a finales de 2013 por las protestas de la plaza Maidán de Kiev, sofocadas violentamente por la Policía provocando decenas de muertos, y acrecentada por la crisis de la península de Crimea y el enfrentamiento bélico en el este del país entre las fuerzas independentistas de las autoproclamadas Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk y el Gobierno ucraniano, con Rusia colaborando activamente con el primer bando según ha denunciado gran parte de la comunidad internacional. En ese complicado ecosistema, el modesto Dnipro Dnipropetrovsk se convirtió en el curso 2014-15 en motivo de orgullo para todo el país al alcanzar la final de la Europa League partiendo desde el play-off previo a la fase de grupos y a pesar de tener que jugar sus partidos como local en Kiev, a más de 400 kilómetros de su Dnipro Arena. Partiendo desde el banquillo, Seleznyov marcó en semifinales tanto en la ida como en la vuelta ante el Nápoles y fue fundamental a la hora de sellar el pasaporte para una final en la que el Sevilla acabó imponiendo su idilio con esta competición. El punta era entonces el orgullo ucraniano, pero nueve meses después, en febrero de este año, buena parte de la opinión pública le catalogaba de traidor a la patria. ¿La razón? Su fichaje por el Kuban Krasnodar ruso, su decisión de seguir su trayectoria profesional en el país enemigo, un paso que cerca estuvo incluso de dejarle fuera de la Eurocopa.

Seleznyov, nacido a solo 15 kilómetros de Donetsk, en una de las zonas más castigadas por el conflicto armado, y criado en la cantera del Shakhtar, decidió dejar el Dnipro por los gravísimos problemas económicos que arrastraba el club y por la tambaleante situación de la competición ucraniana, pero su marcha a Rusia no tardó en levantar una enorme polvareda en los medios de comunicación de su país, sobre todo cuando un periódico destapó que había rechazado ofertas de clubes de Portugal, Grecia y Turquía. Él se defendió diciendo que había dado el paso para jugar en un fútbol más competitivo y no perder su puesto en la selección ucraniana y aseguró que “nunca he mezclado el deporte con la política. Espero que la gente entienda mi decisión. Sé que habrá quien me catalogue de traidor, pero yo no he traicionado a nadie. Yo solo he venido a Rusia para jugar a fútbol y para poder ayudar a mi selección en el futuro”.

Su nombre comenzó a estar en el ojo del huracán. Personalidades del fútbol de su país sacaron a la palestra que varios de sus excompañeros en el Dnipro habían subastado sus medallas de la Europa League para recaudar fondos para las tropas ucranianas y el exinternacional Oleg Luzhny llegó a decir públicamente que ningún jugador que militase en un club ruso debería enfundarse la camiseta de Ucrania. Sin embargo, Seleznyov también encontró apoyos, entre otros el de Oleg Salenko.

Fuera de los amistosos Tras llegar a Krasnodar el 25 de febrero de este año y después de haber sido un habitual en las convocatorias más recientes de su selección -marcó un gol trascendental en la repesca ante Eslovenia-, Seleznyov se quedó fuera de la lista de Mykhailo Fomenko de cara a los dos amistosos que Ucrania disputó en marzo ante Chipre y Gales. El seleccionador aseguró que en su decisión nada tenía que ver la polémica decisión del delantero de marcharse al fútbol ruso, pero resultó curioso que otros jugadores seleccionables que militaban en esa liga -Bohdan Butko (Amkar) o Olexandr Zinchenko (Ufa)- tampoco entraran en la lista cuando ahora se encuentran disputando la Eurocopa.

Pero el caso de Seleznyov fue incluso más allá, ya que tampoco entró en la lista preliminar de cara a esta competición hecha pública el pasado 24 de mayo, diez días después de que se oficializara su fichaje por dos temporadas por el Shakhtar Donetsk. El delantero solo obtuvo billete para Francia a ultimísima hora, apenas diez días antes del arranque de la competición. Fue suplente en el estreno ante Alemania, entró en el once inicial contra Irlanda del Norte, duelos ambos saldados con derrota, y hoy se enfrentará a Polonia.