PARÍS - Gales y Eslovaquia vivirán hoy una tarde histórica. Ambas selecciones debutan en una Eurocopa y el azar del sorteo ha querido que sea compitiendo entre ellas (18.00 horas). Duelo de novatos en un torneo lleno de viejas glorias. Así, mientras la selección centroeuropea se encomienda a la defensa y contraataque, Gales se entrega a un solo hombre: Gareth Bale. Y es que el delantero del Real Madrid afronta su primera competición continental con la intención de seguir haciendo historia en su país. Así que no se conforma con figurar en la fase de grupos. Quiere más. Así lo dijo en pasadas ruedas de prensa. Por lo que todos los focos del partido inaugural para ambos combinados estarán puestas en la estrella blanca.

El seleccionador galés, Chris Coleman, y su plantilla al completo -incluido el propio Bale- no se cansaron de repetir en las semanas previas que Gales es mucho más que un nombre, pero lo cierto es que fue el jugador del Real Madrid el gran protagonista de los dragones en la fase de clasificación tras lograr siete de los once tantos de su país. Por ello, Eslovaquia ya tiene preparada su muralla defensiva. El lago de cocodrilos que rodeará su fortaleza. Y, aunque también cuenta con su propia estrella, el centrocampista del Nápoles, Marek Hamsik, todo parece indicar que basará sus posibilidades de victoria en la línea defensiva.

Ján Durica y Martin Skrtel son dos de los defensas de la ruda zaga eslovaca. Y no solo son duros, también veteranos. Porque la línea de cuatro que podría formar el técnico eslovaco Ján Kozák tiene una edad muy elevada. Es decir, la solvente armadura que Bale tendrá que romper para poder continuar con su exitosa racha tiene mucha más experiencia que él. Sin embargo, el 11 del Real Madrid estará bien escoltado por Joe Allen y Aaron Ramsey; y Coleman ya avisó de que el éxito de Gales en esta Eurocopa vendrá dado por el lema del Cholo Simeone: ir partido a partido.