Mallabia - Admite Aitor Elordi (Mallabia, 1996) que una de las cosas que más le llamó la atención del campo profesional fue el “ambiente”. “Hay más tensión”, revela. Y eso se nota. Aun así, la nueva perla vizcaina de Aspe reconoce que le “gusta” ese gusanillo.
¿Cómo le llegó la noticia del debut y cómo se la ha tomado?
-Desde que me hicieron el precontrato, llevo diez meses entrenando con Aspe y he estado muy a gusto. Hace tres semanas me confirmaron el debut. Me pusieron la fecha y estoy muy contento.
¿Cómo se le han hecho estas semanas previas al encuentro?
-Sin más. Han sido normales para mí. Hace un par de meses estuve con una lesión, recuperé bien, me dijeron para debutar y me puse a entrenar a tope durante el mes que me quedaba hasta el partido. No se me está haciendo larga la espera. Ahí está la fecha, llegará el día y no estoy nervioso ni nada. Es un día importante, quizás cuando llegue estaré más tenso.
¿Qué objetivos se marca en esta nueva etapa como pelotari profesional?
-Ninguno. Me toca empezar a jugar y a tratar de hacerlo bien para encontrarme en la cancha a gusto. Después, habrá tiempo de ponerse objetivos. Eso sí, quiero aprender, mejorar e ir paso a paso. Tengo firmados dos años y todavía queda tiempo.
Comenzó como pelotari en Mallabia, pero de cadete pasó al club Olaburu de Iurreta, donde ha coincidido mucho con los profesionales, ¿no?
-En Iurreta he entrenado con Josetxu Areitio, que entrena a los profesionales de Asegarce y siempre he tenido contacto con ellos, de los que he aprendido mucho. Ahora continúo con el físico allí y trabajo lo técnico con Jokin Etxaniz.
Jugará un partido importante el domingo, el inicio de su carrera. ¿Suele ponerse nervioso en partidos importantes?
-No demasiado. Al final, este verano me hicieron aquí en Mallabia una prueba en profesionales. Estuvo todo el pueblo y me encontré bien. Salió un partido bastante bueno.
¿Se está movilizando Mallabia de cara al festival del Astelena?
-Mis seguidores ya han movido las cosas. Han puesto carteles por todo el pueblo para que se apunte la gente para ir. No sé si bajarán en coches o en autobuses.
¿Cuál ha sido su referente en la pelota a mano?
-El que siempre me ha gustado desde pequeño ha sido Aimar Olaizola. Al final, Aimar e Irujo son las estrellas de la pelota.
¿Cómo se define como pelotari?
-Me considero un delantero corto, que intenta terminar rápido el tanto. No soy un pelotari largo. Cuando tengo la opción de rematar, remato. Es mi mayor virtud.
Una ilusión que se cumple.
-Todos tenemos esta meta y pocos la consiguen. Es algo con lo que sueño desde que era pequeño.
¿Cómo valora su paso por el campo aficionado?
-Cuando entras entre los aficionados ya no hay límites de edad. Cuando siempre estás jugando contra mejores que tú, aprendes cosas. Si juegas contra un inferior, no te va a enseñar nada. Para mejorar, hay que jugar contra mejores.
Es un paso duro.
-Mucha gente se ha estancado. Depende del desarrollo de cada uno. En algunas categorías se nota que hay pelotaris que desarrollan el golpe antes y ganan fácil a base de fuerza. No aprenden a jugar. Otros, aunque no hayan destacado tanto y vayan perdiendo partidos, consiguen mejorar poco a poco.
¿Es su caso?
-Sí, puede ser. La verdad es que he tenido momentos de andar bien, pero no he destacado como otros. De pequeños, algunos desarrollan rápido y, como andan fácil, no aprenden. En aficionados se encuentran con otro ritmo, perdidos.
Le toca disfrutar, entonces.
-Sí. Este es el primer partido. Aquí empieza la carrera.