Vitoria - Antes del Gure Auzune, el balonmano alavés ya tuvo en su día un equipo que militó en Primera Nacional, entonces con cuatro grupos de 16 equipos. Aquel plantel fue el Caja Vital que dirigió Juan Luis Arnedillo, un clásico de los banquillos alaveses que disputaba sus partidos como local en la cancha de Mendizorroza. El salto a dicha categoría se produjo en la temporada 90/91, tras un brillante triunfo en la última jornada ante el Cangas de Morrazo. El viejo pabellón de Mendi reunió aquel día a casi 2.000 aficionados para presenciar la gesta. Meses después, aquel mismo equipo competía entre los más grandes de la 1ª A (la equivalente en el fútbol sería la Segunda División) a base de juventud, calidad y experiencia como la de Zoran Mijatovic, un campeón de Europa con la Metaplastica de Sabat que ya la temporada anterior había sido fichado procedente del Club de Balonmano Michelin de Valladolid, donde jugó cuatro temporadas.

Sin embargo, a pesar de tamañas credenciales, su rendimiento no fue el esperado a pesar de ser el único jugador del equipo que cobraba. Quizá colapsó al resto de compañeros o quizás generó el efecto contrario. Sea como fuere, Arnedillo reconoce hoy que firmar a aquella estrella “fue un error mayúsculo”. Por si fuera poco, a mitad de aquella temporada la Caja Vital retiró el patrocinio del equipo, lo que obligó al propio Arnedillo a tener que sufragar de su bolsillo parte de los desplazamientos e incluso parte de la manutención de Mijatovic. “Lo tuve en casa un tiempo porque no cobraba y no podía pagar el alquiler, y luego también hubo que pagar varios desplazamientos... De las antiguas pesetas me dejaron a deber 600.000, que se dice pronto”, recuerda el menudo entrenador, hoy enfrascado en tareas de formación de jugadores con la Federación Española.

En ese contexto de dificultades económicas y deportivas el desenlace al final de aquel año no podía ser otro que el descenso de categoría, algo que ocurrió de manera oficial en el último desplazamiento a Avilés. “De haber ganado podríamos haber vendido la plaza y saldar las deudas pero se fue todo al garate porque también en los despachos éramos muy inexpertos. Aquel año fue una experiencia muy ingrata pero de esas que te hacen hombre”, concluye Arnedillo.

Con el descenso de categoría se rompió la proyección de una generación fantástica procedente del Seur-Corazonistas (Jorge Azcárraga, Michel Beraiz, Dani Irazu, Marcos Calleja, Oscar García, Iñaki Pérez, Juan Carlos Torres...) que poco antes se había proclamado campeón de Eukadi con una notable superioridad. - A. Goñi