Madrid - El portugués Cristiano Ronaldo ha regresado a las sombras que en su pasado le condujeron a una mala fama, y a ser el jugador más odiado en los estadios fuera del Santiago Bernabéu, con su quinta expulsión en España, en Córdoba, por la que el Real Madrid espera dos partidos de sanción.
El madridismo está en vilo pendiente de la decisión que mañana tomará el Comité de Competición tras la expulsión por tarjeta roja directa de Cristiano en El Arcángel.
En el club esperan dos partidos de sanción, lo que permitiría al portugués jugar un duelo clave en la lucha por el título de Liga en el Vicente Calderón ante el Atlético de Madrid y cumplir su sanción ante Real Sociedad y Sevilla.
A todos sorprende la imagen que dejó Cristiano en el estadio del Córdoba en un día en el que todo le salió mal. Alejado de su verdadero nivel, pagó su frustración con los rivales. Lo que peor ha sentado en el club fue su forma de abandonar el terreno de juego, limpiando el escudo de campeón del mundo en un gesto de prepotencia incomprendido.
Devuelve a la escena antiguas polémicas de las que se había alejado, pero en segundos tiró por tierra meses de buen comportamiento y campañas que lavaron su imagen para mostrar el Cristiano persona, buen compañero y solidario que se vuelca con cualquier necesitado y afronta económicamente tratamientos para pequeños enfermos.
La primera expulsión de Cristiano llegó en diciembre de 2009. Andaba peleado con el mundo y no celebraba tantos de compañeros en el Bernabéu ante el Almería pero se quitaba la camiseta tras marcar él de penalti par ver la primera amarilla y recibir la segunda al responder con una patada sin balón.
Mes y medio después, fue expulsado con roja directa por un codazo que dio mucho que hablar porque partió la nariz de Mtiliga, ante el Málaga en enero de 2010.
La tercera expulsión fue en un derbi con el Atlético de Madrid, en la final de Copa de 2013, por una patada en la cara desde el suelo a Gabi para recibir otra roja directa.
La cuarta expulsión fue similar, en San Mamés, en febrero de 2014, cuando respondió con un tirón de pelo con manotazo incluido y otro golpe en la cara a Iturraspe. En su salida del campo dejó otro gesto, llevándose reiteradamente su mano a la cara en referencia a los colegiados. - Roberto Morales