Duración 63:39 minutos; 15:36 de juego real.

Saques 3 de Irujo (tantos 13, 17 y 22) y 1 de Urrutikoetxea (tanto 11)..

Faltas de saque Ninguna.

Pelotazos 338.

Tantos en juego 13 de Irujo y 8 de Urrutikoetxea.

Errores 7 de Irujo y 6 de Urrutikoetxea.

Marcador 0-1, 8-1, 8-4, 10-4, 10-9, 11-9, 11-11, 15-11, 15-12, 17-12, 17-13, 18-13, 18-15, 20-15, 20-16 y 22-16.

Incidencias Eliminatoria de semifinales del Manomanista de la LEP.M disputada en el frontón Bizkaia de Bilbao. Unos 700 espectadores. De salida se cantaron posturas de 100 a 60 favorables a Irujo. Ejercieron de botilleros Patxi Eugui (con Juan Martínez de Irujo) y Josetxo Areitio (con Mikel Urrutikoetxea.

Pamplona - "Me he dejado todo en la cancha, pero por una final merece la pena". La frase de Juan Martínez de Irujo resume a la perfección las dificultades que encontró el delantero de Ibero para acceder a la que será su octava final del Manomanista de la LEP.M. Superó con un tremendo sufrimiento a Mikel Urrutikoetxea (22-16) después de un partido en el que se tragó literalmente el dolor en cada golpeo con su mano izquierda y en el que disfrutó cada vez que sacó a pasear una derecha portentosa. Irujo dilapidó una renta inicial de siete tantos (del 8-1 al 11-11) para abrazar después un agónico pase a la final. Lo hizo a costa de un rival, Urrutikoetxea, que disputaba sus segundas semifinales y que demostró que, por cualidades y juventud (25 años), algún día tendrá la oportunidad de subir al primer escalón del podio.

La batalla que libraron Irujo y Urrutikoetxea en el frontón Bizkaia de Bilbao resultó épica, sobre todo por la exhibición de los protagonistas, ya que el público no respondió como se esperaba (hubo solo unos 700 espectadores). Tanto uno como otro pelearon con denuedo por alcanzar una final que merecieron ambos, pero a la que solo acudirá Irujo. El delantero de Ibero comenzó de manera inmejorable (8-1), pero Urrutikoetxea no le perdió la cara al partido. Exhibió una sensacional defensa de aire, desmotró la pegada que hace un año le condujo hasta las semifinales y supo neutralizar la ventaja de su rival (11-11). Comenzaba entonces un nuevo partido, pero ya con casi 200 pelotazos en la mochila. E Irujo volvió a escaparse. Con sufrimiento. El iberotarra aguantó el dolor en su mano izquierda y puso la directa hacia la victoria (15-11), pero Urrutikoetxea no se rindió. Incluso se subió por la pared izquierda en un par de ocasiones para defenderse de los derechazos de Irujo, que encontró la calma necesaria en el tramo final de un extraordinario partido para meterse en una final en la que ya espera a Julen Retegi o Idoate. El sábado sabrá quién.