Porto Alegre - A pocas horas de que Ecuador aterrice en Porto Alegre y a falta de una semana para que se dispute el primer partido del Mundial en la ciudad, la capital del estado de Río Grande do Sul aún trabaja contrarreloj para terminar las obras relacionadas con el torneo. Carriles de bicicleta sin terminar, aparcamientos sin asfaltar, zonas de aficionados con su esqueleto incompleto, aceras sin empedrar o medianas sin construir, son algunos de las imágenes que se pueden captar en Porto Alegre cuando quedan escasas jornadas para que empiece el Mundial. Su estadio, el Beíra-Río del Internacional de Porto Alegre, la joya de la corona del proyecto, está terminado. Fue remodelado y costó 159 millones de dólares. Se inauguró el 20 de febrero, pero, sin embargo, muchas cosas que rodean al feudo del Internacional de Porto Alegre no están terminadas. Y falta mucho. El primer partido es el domingo y los obreros trabajan a toda velocidad para finalizar una sede que a punto estuvo de caerse de la lista por algunos retrasos y por problemas de financiación. En el propio estadio, el aparcamiento presenta un estado algo preocupante. Barro y tierra se acumulan donde tendría que haber asfalto. Tampoco están listas los espacios para las aficiones y aceras y otros elementos urbanos de la ciudad no están concluidos. - Efe
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