La final del Campeonato de Parejas de la LEP.M dejó un sabor agridulce a todos sus protagonistas. A los campeones, Irujo y Zabaleta, felices por calarse las txapelas, pero disgustados por haberlas ganado por la lesión de un rival (y compañero). A los perdedores, Berasaluze II y Albisu, tristes por la derrota y abatidos por el percance del berriztarra, que al menos se llevó como premio de consolación el calor de una afición entregada. Pero el deporte es a veces cruel. Y más cuando se trata de lesiones. La que sufrió Pablito el pasado domingo en el frontón Bizkaia no es habitual entre los pelotaris, aunque el delantero de Berriz responde al patrón que padece este tipo de percances: deportistas de elite varones de entre 30 y 35 años (o más). Y hay dos buenos y recientes ejemplos que ilustran esta teoría: el jugador de baloncesto de Los Angeles Lakers Kobe Bryant (34 años), que se rompió el tendón de Aquiles hace un par de semanas y que no ha podido disputar los play off por el título con su equipo; y el futbolista argentino del Inter de Milán Javier Zanetti (39 años), que curiosamente se rompió el tendón de Aquiles izquierdo el mismo día que Pablo Berasaluze.

Resulta evidente que una lesión de tanta gravedad a determinadas edades puede comprometer el futuro profesional de estos tres deportistas (Berasaluze II tiene casi 36 años), ya que todos ellos acumulan un buen puñado de experiencia al máximo nivel, pero no es menos cierto que existen ejemplos de recuperaciones meteóricas y de reapariciones exitosas. En el primer apartado destaca el palista navarro Aritz Altadill, que en febrero de 2009 (por aquel entonces estaba a punto de cumplir 34 años) sufrió la misma lesión que Berasaluze II; y tres meses y medio después regresó a las canchas. Y tampoco hay que olvidar el caso del futbolista David Beckham, que se rompió el tendón de Aquiles izquierdo en marzo de 2010 cuando tenía 34 años y, tras reaparecer seis meses después, todavía continúa jugando al máximo nivel, ahora en el Paris Saint-Germain. La prueba de su excelente recuperación para la práctica del fútbol es que hace escasas fechas, a punto de cumplir los 38 años, fue titular en el partido de ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones que enfrentó a su equipo, el PSG, con el Barcelona.

Un tendón imprescindible El tendón de Aquiles se ubica en la parte posterior de la pierna (en la zona del tobillo) y une los tres músculos de la pantorrilla (el gemelo, el sóleo y el plantar delgado). Es el tendón más grueso y fuerte del cuerpo humano, y tiene una función imprescindible, como reveló recientemente el jefe de operaciones del hospital angelino donde fue operado Kobe Bryant. Robert Klapper lo dejó claro: "Se necesita para poder caminar". Los expertos también señalan como obligatoria la cirugía para reparar esta lesión. Y recomiendan que no se retrase en más de diez días desde que se produce la lesión. Es por eso que Berasaluze II pasará el jueves o el viernes por el quirófano.

Lo que sí es variable es el periodo de recuperación. Al berriztarra le vaticinaron que tardará aproximadamente seis meses en volver a las canchas, plazo que se ha cumplido con otros deportistas, aunque también hay casos que se convierten en extremos. El más positivo es el de Aritz Altadill. El palista navarro, que en la actualidad también ejerce de preparador físico de varios pelotaris (Irujo, Beroiz, Bengoetxea VI...), reapareció tres meses y medio después de romperse el tendón de Aquiles. Un mes después de la intervención quirúrgica ya había recuperado la movilidad; a los dos meses trotaba; a los dos y medio era capaz de correr; y a los tres se atrevía a pelotear. Incluso tuvieron que frenarle para que reapareciera un par de semanas más tarde de lo que él mismo pretendía. De hecho, Altadill envió un mensaje de ánimo a Berasaluze II a través de las redes sociales en el que ofreció al berriztarra la posibilidad de contactar para contarle su experiencia. Sin embargo, otros deportistas que sufrieron la misma lesión que Pablo Berasaluze encontraron más dificultades para reaparecer. El balonmanista argentino Eric Gull, que se rompió el tendón de Aquiles a los 38 años, tardó casi un año en volver a las canchas (todavía sigue en activo en su país, concretamente en el Quilmes, su localidad natal), mientras que peor les fueron las cosas al delantero serbio de la Real Sociedad Darko Kovacevic, que necesitó dos operaciones y 15 meses para volver a los campos de fútbol, algo similar a lo que le ocurrió al baloncestista lituano Arvydas Sabonis, que tardó año y medio en volver a jugar tras someterse a dos intervenciones quirúrgicas.

Sin embargo, Pablo Berasaluze prometió ayer pelear por volver a las canchas. Incluso reveló entre sollozos su deseo de luchar por disputar una nueva final. Para eso tendrá que hacer frente al problema tal y como lo ha enfocado Kobe Bryant. El escolta de Los Angeles Lakers empleó las redes sociales para compadecerse de sí mismo, pero también para anunciar su intención de regresar. "¿Volveré a ser el mismo jugador con 35 años? ¿Cómo se supone que voy a conseguirlo?". Bryant no tardó en encontrar respuesta a sus propias preguntas: "Si me ves pelear con un oso, reza por el oso". Es la teoría que a partir de ahora tendrá que aplicar Pablito, que en los malos momentos se acordará del cariño que ayer le brindó la afición. Para luchar contra el oso.