EL mundo se le vino abajo el pasado jueves a Rafa Nadal cuando tuvo que comunicar que no podría defender en Londres su oro de Pekín debido a la tendinitis de sus rodillas. "No me encuentro en condiciones para competir. Es uno de los momentos mas tristes de mi carrera", describió en un comunicado a falta de que la desazón no le prive de expresar su sentimiento de angustia. No será la única ausencia, pero sí desde luego la más relevante de una nómina de ídolos sin pasaporte en la que, por ejemplo, se halla Leo Messi. Hace cuatro años suplicó a su entrenador, Guardiola, y pudo cumplir su sueño de colgarse el metal de mayor valor. Sin embargo, los majestuosos estadios ingleses se perderán esta vez la maestría del considerado mejor futbolista del planeta. La eliminación de Argentina en el clasificatorio de Perú deja a la cita londinense huérfana de la clase del rosarino.

De igual forma faltará Samuel Sánchez, que no ha logrado superar las dolencias que le causaron su caída en el pasado Tour de Francia, carrera que tuvo que abandonar, por lo que se le esfuma también la opción de revalidar el oro de 2008. Además, las carreteras no verán la huella de la rueda de Alberto Contador, debido a la sanción que le impuso el Tribunal de Arbitraje Deportivo, a expensas de que regrese a la competición el próximo 5 de agosto. El pasado 6 de febrero de 2012 el TAS le castigó dos años y le desposeyó del Tour ganado en 2010 por el positivo con clembuterol, además de todos sus resultados posteriores.

El fútbol, en versión femenina, también arrastra una baja de consideración, la de la potente selección alemana, segunda del ránking mundial, que quedó fuera al caer en cuartos de final del Mundial de la especialidad. Los germanos, pero en modalidad masculina, tampoco se podrán frotar los ojos con el baloncesto, por lo que una estrella de la NBA como Dirk Nowitzki no podrá pugnar por un metal. A ellos toca añadir la no asistencia del número uno en el ránking mundial de 80 kilogramos de taekwondo, Aaron Cook, que no formará parte del equipo de Gran Bretaña por decisión exclusiva de su país. El mexicano Guillermo Pérez, actual poseedor del oro en la categoría de 58 kilogramos, anunció su retirada del deporte tras no poder meter su cabeza en este evento olímpico, al tiempo que la portuguesa Vanessa Fernandes, la poseedora de la plata en el triatlón de 2008, no quiso aclarar los motivos de su ausencia. El luso Nelson Evora, campeón ese mismo año del triple salto, anunció su adiós por culpa de las lesiones. El galo Teddy Tamgho, campeón mundial del salto triple, fue operado del tobillo y se pierde este esperado capítulo estival, al igual que Thomas Bouhail, gimnasta francés y dueño del oro en el salto de caballo, puesto que sufrió una fractura de tibia.

Qué decir del baloncestístico Dream Team estadounidense, que se quedó sin Blake Griffin, Dwight Howard, Chris Bosh, Derrick Rose y Dwyane Wade. O del mismísimo Ian Thorpe, ganador de nueve medallas olímpicas, que se quedó en la cuneta al fracasar en varios intentos por conseguir el billete. Una eternidad le faltó para igualar su mejor marca (48,25 segundos) del año 2004. En aquel entonces fue el primer nadador en subirse a lo más alto del podio en 100, 200 y 400 metros libres. Pero no sorprendió que fracasase en el Aquatic and Leisure Center de Adelaida dadas las marcas de anteriores competiciones, desde el anuncio de su retorno. Fue más lento que cuando en 1998 apareció por vez primera en el Top 100.

Por su parte, cuatro medallas olímpicas avalan a Shawn Johnson, una de las gimnastas más exitosas de la última década y a la que los problemas físicos le obligaron a aparcar la alta competición. Para ausencia, la del multimedallista etíope Haile Gebreselassie, oro en Sidney y Atlanta, que tampoco amarró el boleto en su última intentona al acabar séptimo en los 10.000 metros de Hengelo. El otrora monarca de la especialidad no había sido seleccionado para el maratón. La marroquí Alaoui Selsouli cayó por dopaje.