bilbao. "Ha sido una sesión dura, más larga de lo esperado", analizaba ayer, aún con la frente perlada de sudor en el frontón Bizkaia de Miribilla, Juan Martínez de Irujo, quien apostilló que "me he quedado a gusto y eso es lo importante". A su espalda, el zaguero Abel Barriola y el técnico Jokin Etxaniz parlamentaban mientras el leitzarra se fajaba dentro del cuatro y medio, en pos de preparar su próxima acometida a la jaula navarra. "Jugué el viernes con Abel, le pregunté si había acabado bien y le propuse si le apetecía venir a entrenar conmigo a Bilbao. Para eso estamos los compañeros, un día me ha tocado a mí y otro día a ver si le puedo ayudar a él", declaró el de Ibero, quien tuvo un entrenamiento en el que practicó con "un partidillo. Hemos hecho también unos saques y un poco de trabajo técnico. Pero, sobre todo, saques-remate y echar la dejada".

Asimismo, relató el campeón iberoarra que "ha sido el campeonato más raro de los que ha habido nunca. Ahora tengo el 24 la final, tengo que centrarme en ese partido y a ver si puedo sacar la txapela porque una final no se juega todos los días". Además, el delantero sostuvo que "Aimar está pletórico, le dio mucho con las dos manos, a bote, al aire, acabando de forma espectacular y no dejándole opción a Oinatz. Tendré que hacer un gran partido si quiero ganar", porque él estuvo en la grada del Labrit en el partido que le enfrentó a Bengoetxea VI y observó que "el frontón estaba con Oinatz porque parecía que no le podía dar, porque tenía el brazo lesionado, y mira que exhibición hizo. Yo vendré el 24 esperando al mejor Aimar de todos. Yo tal y como le dio el otro día con al derecha no le había visto nunca". Por último, Juan aseveró que "pienso que la final me llega en buen momento. Contra Idoate me encontré muy a gusto. Han pasado tres semanas y espero mantener la forma física".