siempre con las miras puestas en los grandes de Europa (Panathinaikos, Barça, Madrid, Olympiakos o Siena), me doy cuenta que todos estos conjuntos disponen de jugadores interiores con una gran versatilidad tanto en tareas defensivas como ofensivas. Tienen la capacidad y el talento para poder adaptarse con facilidad y rapidez a diversas funciones dentro de la cancha. Pueden actuar en la posición de 4 ó de 5 según las necesidades del equipo. Para ello, tienen la capacidad de jugar de espaldas cerca del aro, son físicos (en defensa aguantan las embestidas del contrario con el cuerpo y las piernas) y, a la vez, pueden actuar en momentos determinados de ala-pivot siendo una amenaza a 4 metros. Me refiero a Lavrinovic, Velickovic, Pekovic, Batiste, Vujcic, Lorbek... Eso les permite tener más opciones ofensivas y más combinaciones de quintetos. Ante el Fuenlabrada, nos dimos cuenta de que los interiores del Caja Laboral carecen por desgracia de esa versatilidad. Splitter es un 5 clásico cuya amenaza es cerca de canasta. Teletovic juega más allá de la línea de tres, pero no tiene la capacidad de jugar de espaldas y sufre mucho defendiendo cerca del aro. Eliyahu se mueve bien cerca de la pintura y por detrás de la canasta pero no es un peligro a 4 metros con su tiro. En defensa, lo pasa mal ante jugadores fuertes físicamente. Barac posee una gran envergadura, pero aún no es determinante en el juego. En defensa, debe mantenerse cerca de la canasta y, a poder ser, emparejarse con el par menos físico para no verse superado. Y en ataque juega más de cara que de espaldas con su tiro corto. Exceptuando a Tiago, los otros tres pívots son muy limitados defensivamente. Y ello repercute no sólo en la consistencia del equipo en defensa sino también en ataque. Estos jugadores no están concienciados en realizar buenos bloqueos en ataque para que sus compañeros puedan realizar tiros abiertos. Buscan más el marcar el bloqueo para a continuación girarse en busca del balón. Y eso va en perjuicio del conjunto. Es verdad que en la ACB y en la Euroliga es difícil ganar. Que cualquier equipo compite y hasta el último cuarto no se deciden los partidos. Todo ello requiere de un banquillo profundo y de un determinado número de jugadores con experiencia para afrontar con opciones de éxito todos los frentes. Este año ha habido siete fichajes nuevos y cada uno de ellos se tiene que adaptar a las exigencias del técnico y comprender su papel. Dusko debe tomarse su tiempo para entender qué necesita este equipo y actuar en consecuencia. Hay que mentalizarse de que se necesita tiempo para disponer de un juego estable. Para ello, se requiere del entendimiento de los jugadores más curtidos para lograr victorias a pesar de no realizar un buen baloncesto.