Sin sobresaltos, ni para lo bueno ni para lo malo. Guion cumplido. El Festival de Jazz de Gasteiz se despidió ayer con la actuación de Trueno en Mendizorroza y empieza ya a mirar a un 2025 con varios deberes en la cartera, sobre todo el de acertar con el escenario que va a tener que sustituir al del Principal durante la reforma del teatro.
En este 2024, el certamen ha seguido dando pasos para asentar esa apuesta de estructura básica que empezó a desarrollar en su totalidad el año pasado. Es decir, un aperitivo en el parque del Prado el sábado previo a que arranque el certamen que se completa con un concierto en una localidad alavesa al día siguiente, para, lunes y martes, ofrecer una única actuación cada jornada y luego, de miércoles a sábado, tener todas las secciones y tablas abiertas. Si hay posibilidad, se hace una sesión el domingo que se salga del género y que mire de manera directa a los más jóvenes, como ha pasado esta vez con Trueno.
Como en cada edición, los fotógrafos de DNA han recogido las mejores imágenes del festival.