Juntarse, tocar, compartir y disfrutar. Todo ello en torno a la gaita. Es la idea con la que hace diez años se puso en marcha en la capital alavesa el grupo Eguzkifole-Fol de Sol. Tanto a pie de calle como en escenarios de interior, la formación dirigida por Gorka Bravo se ha encontrado en este tiempo en no pocas ocasiones con el público. Pero ahora se está preparando con mimo una actuación especial, la que tendrá lugar el próximo día 15 en el Jardín de Falerina.
En concreto, el encuentro con el público en el espacio de lo alto de la colina se producirá a partir de las 13.00 horas. Allí, la banda celebrará por todo lo alto su décimo aniversario, un cumpleaños al que se quiere invitar a toda aquella persona que quiera dejarse llevar por los sonidos y la fiesta. Además, para ello se va a contar con una larga lista de invitados que también se van a subir al escenario. “No sé dónde vamos a meter a tanta gente”, sonríe Bravo.
Antiguos componentes y compañeros de otros instrumentos se unirán a la actuación, que será de acceso gratuito
“El aniversario no deja de ser, por así decirlo, una excusa para hacer una fiesta”, una en la que, por un lado, se quiere que tomen parte varias de las personas que a lo largo de este tiempo han tomado parte en el proyecto. “Hay gente que se ha marchado, personas que eran de fuera y han regresado a sus tierras, por ejemplo,” y que van a volver a Vitoria para compartir este día.
Además, se ha invitado “a la gente con la que hemos ido colaborando durante este tiempo. Son músicos, sobre todo, de Vitoria: albokaris, violinistas, percusionistas… Es que en estos diez años hemos conocido a mucha gente. Son amigos de la ciudad con los que nos hemos ido encontrando en el camino”.
En total, se van a interpretar diez temas. “Hay alguna cosa que hemos montado de manera especial para la ocasión” pero ante todo se quiere hacer un resumen de parte de lo que se ha tocado en este tiempo. Además, con la mirada puesta en el público, se han seleccionado “canciones conocidas, que a la gente que no está acostumbrada a ver un grupo de gaitas le pueden llamar la atención”. Todo ello con la idea clara de que “quien venga, disfrute al máximo”.
La necesidad de interpretar
En buena medida, la agrupación nació hace diez años desde el seno de la Escuela de Folk de Gasteiz. “Se unió gente que tocaba y quería hacer algo diferente, con quien estaba aprendiendo pero no tenía forma de actuar. Tocar un instrumento para hacerlo en tu casa o para decir que sabes hacerlo, no tiene gracia. A mí me gusta hacer grupos, que la gente se junte, se conozca, toque, salga a la calle... ahí está la diversión”.
“Vamos a tocar canciones conocidas que a la gente que no está acostumbrada a ver un grupo de gaitas le pueden llamar la atención”
El grupo, por ejemplo, suele salir todos los primeros sábados de cada mes por el Casco Viejo de la capital alavesa. Son ocasiones en las que compartir una música que tiene sus características propias. “La gaita solo puede dar una nota a la vez. No es como una guitarra, que puede dar hasta seis. Con una banda llegamos a interpretar varias notas a la vez y podemos jugar con las armonías, las afinaciones… Usamos diferentes recursos”.
Así lo hacen los casi 20 componentes actuales de Eguzkifole-Fol de Sol, que el próximo día 15 sopla su particular tarta de cumpleaños.
