Los fondos que custodia Artium siguen creciendo, una colección propiedad de la ciudadanía alavesa que ya alcanza las 2.800 obras de arte. 

En la colección de la que es responsable Artium hay piezas muy diferentes en formas y fondos. ¿Habrá obras generadas a través de Inteligencia Artificial? 

–No hay y no sé responderte a esta pregunta. Hace pocos días, el ministro de Cultura habló de su compromiso a no premiar ni comprar obras creadas íntegramente con Inteligencia Artificial. Yo, la verdad, es que no me he hecho todavía esta pregunta. Algo que es importante en estos últimos años con respecto a la colección del museo pasa por la incorporación y el trabajo con los archivos, por el pensar los fondos con respecto a las ausencias que tiene y cómo incorporar voces que hasta ahora no habían estado presentes, y por atender a las nuevas generaciones de artistas que están trabajando con la imagen en movimiento y el cine. Me parece que lo que planteas es algo sobre lo que tendremos que reflexionar pero de momento no lo hemos hecho.

¿Debe hacer el museo algo específico con las nuevas generaciones de artistas? 

–Lo estamos haciendo ya, también de cara a los públicos. En el caso de la Colección Compartida, algo que tenemos muy presente es la cuestión intergeneracional. Es decir, se ha adquirido obra de gente como José Antonio Sistiaga y también de personas muy jóvenes como el alavés Ibon Landa. Es importante y necesario. Una de las líneas fundamentales de esta colección, y que hemos continuado en esta etapa, es que atendió a la creación más joven en un momento dado y eso permitió que hoy tengamos primeras obras de artistas que en la actualidad tienen una trayectoria muy significativa. Eso es algo por lo que seguimos apostando. De todas formas, hay que tener claro que un museo no solo sirve para exponer. Un museo tiene que ser un lugar de encuentro, aprendizaje, un sitio para compartir. Tiene que ser un conector de otras muchas cosas. 

Beatriz Herráez Jorge Muñoz

Va a ARCO esta semana. ¿Siguen teniendo sentido hoy estas ferias de arte contemporáneo? 

–ARCO, cuando nace,es una feria que responde a un contexto sociopolítico determinado. Cuando apareció fue casi como la gran celebración de ese momento de apertura, de cambio, de eso que se está ahora poniendo en cuestión y que se llama la Transición. ARCO fue un espacio que no respondía a lo que eran las ferias de arte tradicionales. Era ese lugar donde ibas a ver, la excusa para encontrarnos. En tanto en cuento siga conservando esa capacidad para ser un espacio de reunión y de encuentro, tendrá sentido. 

¿Pero acude con la cartera llena...? 

–No (risas). Nosotros no tenemos una política de adquirir obras en ARCO.