Primero fue La abuela Ona. Después llegó Origen. Ahora, la historia de Jo se completa con Hoja de ruta (Nimbo Cultura), aunque Aitziber Mondéjar sonríe al decir que “yo no hago planes”. Lo cierto es que la tercera parte de la trilogía llevada a cabo por la autora alavesa se cierra con este tercer título, que hoy se va a presentar de manera oficial. Así va a suceder a partir de las 19.00 horas en la Casa de Cultura Ignacio Aldecoa.
“En realidad, todo esto no surgió de una manera premeditada diciendo: necesito escribir un libro. Esto es parte de mi proceso vital”, un “fruto no intencionado” que, sirviéndose de la ficción literaria, presenta “una historia de cómo construimos nuestra identidad individual y cómo participamos en la identidad colectiva”.
Aunque siempre es recomendable haber leído las referencias anteriores de cualquier trilogía o saga, en este caso la escritora apunta que no es imprescindible. Cada obra tiene su sentido en sí misma, un principio y un final. Con todo, quienes se asomen a Hoja de ruta seguirán descubriendo el viaje de Jo. “Es un personaje que está creciendo, que siente interiormente unos pulsos, unas intuiciones y unas necesidades que él mismo nos explica”.
En ese proceso, la primera referencia de esta trilogía dio a conocer a este chico que está creciendo y que, en esa senda, necesita una guía, que termina siendo su abuela, sin perder de vista que su entorno natural le va a ofrecer también unas herramientas. En la segunda entrega, él empieza a tomar conciencia de que pertenece a un árbol, que además tiene muchas ramas y que aunque todas sean distintas, beben de las mismas raíces.
Ahora, en este tercer título, Jo “empieza a desplegarse como rama y ahí va a descubrir su luz y su oscuridad. Al final, todos somos individuos, necesitamos una sociedad y construimos una sociedad en ese intercambio de energía”. Es “un viaje de ida y vuelta entre el individuo y la sociedad” que aquí se relata en un momento atemporal y un espacio natural.
Un mensaje necesario
En este sentido, la escritora subraya que “mi tema” ha sido y es “cómo construimos nuestra identidad y cómo eso construye una sociedad”, ya que “cada versión de identidad es única, importante y necesaria para el colectivo. Es un mensaje necesario o yo por lo menos me lo planteo así”, describe Mondéjar.
Partiendo de la idea de que “todos tardamos unos años en descubrir quiénes somos”, la autora pone el acento en ese camino: “el viaje es lo que importa”. Una senda que, en el caso de Jo, se va relatando en estos libros, en obras escritas “con un lenguaje muy asequible”. No hay artificios. Solo es que “me gusta construir historias y relatos”.
Ahora, de todas formas, es el momento de quien se asome a las páginas de Hoja de ruta. “Obviamente a todos nos agrada escuchar que al lector le ha aportado algo lo que hacemos”, pero la autora tiene claro que su trabajo ya ha terminado. Es el turno del receptor y aquí las posibles respuestas son infinitas. Aún así ya le han llegado algunos comentarios. Un hombre, no muy lector, le ha dicho que su historia le ha dado “oxígeno”. “Me gusta la idea de que estos libros, que son cortos y muy accesibles, estén llegando a gente que no lee habitualmente”. Con todo, no oculta que estas obras son producto de “mi propia necesidad”, independientemente de lo que suceda a partir de ahora con el público.