Abuela maitea fue el primer aperitivo. Hace unos días, el tema que da nombre al álbum también vio la luz. Ahora las nueve canciones que dan formo y fondo a Guretzat llegan al público. En Tol Sarmiento tiene nuevo disco, con el que a partir del próximo mes de marzo volverá a los escenarios, siendo la primera cita en Álava la que se vivirá el 11 de marzo en la sala Jimmy Jazz. Folk, reggaetón, rumba o flamenco se cuelan en el sonido de los de Rioja Alavesa, que han contado para este trabajo producido por Genis Trani con la colaboración de Eñaut Elorrieta, Dupla, Idoia y Josune Arakistain.

Abrir la puerta a otros sonidos es muy estimulante pero también puede dar un poco de vértigo.

–Igual sí un poco de vértigo, pero es que yo ya no veía otra opción. Las personas cambiamos. Piensas diferente cuando tienes 18, 28 o 34, que son los que tengo. Si queríamos seguir con motivación en este proyecto, yo por lo menos necesitaba que mi creación pudiera abarcar nuevos estilos, horizontes y caminos. Con el disco anterior lo empezamos a hacer, comenzamos a salsear con una producción más trabajada en estilos nuevos, pero en este álbum realmente se nos ha ido de las manos (risas). Todo lo que hemos trabajado en estos años, aquí lo hemos llevado a otro punto. Venimos del ska y del rock, y en estas canciones no hay ni una canción de ska, ni una canción de rock. Es tirarse a la piscina y ver lo que pasa.

Pero sigue siendo ETS.

–Claro, claro. Al final, las canciones las sigo haciendo y cantando yo, sigue habiendo metales... Al final, sigue siendo ETS porque las composiciones las sigo haciendo yo con la misma emoción y las mismas ganas. Y creo que también con la misma característica de líneas melódicas.

Se presenta el disco como un trabajo en el que hay un acercamiento a la calle, a la vida cotidiana.

–Sí, sí. Así como en el anterior disco hablábamos de abrirnos caminos a la vida y que cada uno buscase cuál es su forma, en este hemos querido hacer un agradecimiento a la gente que nos ha traído hasta aquí. ETS ha sido un grupo que ha crecido gracias a las fiestas de los pueblos. Igual alguien puede pensar que no es tan glamuroso el que un grupo crezca de esa manera. Parece que a día de hoy tocar en salas y festivales es lo más. Nosotros tenemos claro que venimos de la calle, de las plazas, de las fiestas de los pueblos y, en cierta manera, con este disco hemos querido devolver eso a la gente. Aunque hayamos disfrazado nuestra música con otros estilos, estamos ahí porque hemos hecho melodías populares, muy cercanas al pop. Este álbum es lo mismo pero caracterizado el sonido con otros elementos y otras producciones. Queremos con este trabajo reivindicar la música popular, de calle, la música pop. Y también hacer un agradecimiento a la gente y a la cultura popular.

¿Qué es lo que más le ha costado: el reggaetón, el dance...?

–La verdad, no me han costado mucho los reggaetones (risas). Al final, en este disco yo también he trabajado de forma diferente. En otros igual solo componía las canciones con la guitarra o el piano. Aquí he usado bases, inspiraciones de otras canciones... y al final hemos ido creando entre el productor y yo. Quizá la canción de folk (Berriro has gaitezen) es la que más me ha costado. En enero, en realidad, iba a ser un tema de música electrónica. Fue la primera canción que empezamos a trabajar y la última que terminamos, lo que no sé si es muy bueno (risas). Pero no creo que los estilos nuevos me hayan costado especialmente. Al final son música actual, música que escucho, y música que llevaba años con ganas de hacer algo así. En este disco nos hemos atrevido a ello.

Ya se han lanzado dos primeros temas. ¿Qué reacciones están notando en el público?

–Abuela maitea digamos que rompió todo lo que era el universo estético y musical de ETS. Vimos que la gente en ningún momento se quejó, sino todo lo contrario. Además, como había una historia real y emocional, fue una pasada lo que vivimos. Nunca habíamos tenido una respuesta tan grande a un tema. Con Guretzat era una apuesta. Es un reggaetón, un tema latino. De todas formas, si la canción llega, si es buena, lo que menos importa es el estilo que tenga detrás. Se trata de que el tema te cuente algo, te transmita, te genere. Creo en la melodía, en la letra, el propio concepto de la canción. De todos modos, Guretzat ha tenido una muy buena acogida. Es una canción de bailar, de bares, discotecas. Vamos a ver qué pasa ahí (risas).

Hay cuatro colaboraciones especiales a lo largo del disco. ¿Algo buscado por el uso de esos otros estilos o...?

–Nos ha apetecido y ya está. Cuando tenía las canciones bastante avanzadas, tenía claro qué personas eran las más adecuadas para los temas en los que hay colaboraciones. Incluso en el caso de Dupla y de Josune participaron en la composición de sus respectivas canciones. Es gente que tiene un talento de la leche, que es de aquí, personas que encajan muy bien con el concepto del disco. Son amigos, gente con un talento impresionante. La de Eñaut es un sonido muy cercano al que tenía Ken Zazpi. Lo de Dupla es un reggaetón, que es a lo que están muy acostumbrados. Josune tiene ahora un proyecto de música electrónica y la canción que va con ella es dance total. Y en el caso de Idoia, Zaindu nazazu es la mayor balada que hemos hecho en nuestra vida. Han llevado las canciones a otro nivel.

Toca ahora ir a la Azoka de Durango, pero ¿y los conciertos?

–Empezaremos en marzo en salas. Este es un disco bastante diferente y complejo, y necesitamos un tiempo de preparación. Por eso sacamos ahora el disco pero, mínimo, necesitamos dos o tres meses de ensayar y preparar bien todo. Empezaremos en Bilbao, en el Antzoki y luego vendremos a Gasteiz el 11 de marzo.