En realidad, Kepa Murua no seguía la carrera de Pau Donés. No se había fijado mucho en su música. “Me parecía una persona alegre haciendo una música alegre, pero no era lo que yo escuchaba”. Así fue hasta que el fundador de Jarabe de Palo anunció que padecía cáncer. “Me llamó la atención su osadía, cómo se expresaba sobre la enfermedad”, de un mal que, en paralelo, también irrumpió en la vida del mejor amigo del escritor, aunque en este caso “él no quería hablar de ella”. Ahí empezó a gestarse un poemario que ahora se encuentra con los lectores.

Canciones para Pau Donés (El Desvelo Ediciones) está ya, de hecho, en las librerías más allá de que será este jueves cuando se haga la presentación oficial. Sucederá a partir de las 19.00 horas en Mara-Mara, donde el autor contará con la presencia de Ángela Mallén –responsable del prólogo– y de la diseñadora gráfica e ilustradora Victoria O’May. Será el momento de recordar ese instante en el que Murua escuchó la canción Humo y se acercó al cantante como nunca lo había hecho hasta entonces. Ese tema y lo que Donés iba expresando en torno al cáncer en entrevistas y reflexiones compartidas ayudó al escritor y a su mejor amigo, residente en Córdoba, a romper el hielo en torno a la enfermedad. “Se me abrió una puerta para hablar con él”.

El cáncer se llevó tanto al cantante como al mejor amigo del escritor casi al mismo tiempo, coincidiendo además con la pandemia

“Aquí hay una escritura sencilla pero profunda”, una obra que responde, según explica el autor, a “una necesidad balsámica”

Las muertes de ambos coincidieron más o menos en el tiempo, en un calendario marcado además por el arranque de la pandemia. Murua estaba afrontando además la escritura de un libro “muy espiritual” con poemas “sobre la vida y la muerte, la amistad..., y me dije: no puedes hundirte en el desánimo a través de la escritura. La escritura también debe tener un lado balsámico. Así que mientras por la mañana escribía el otro poemario por la tarde me propuse hacer una escritura ligera”. Así abrió una carpeta en cuya tapa puso Canciones para Pau Donés con la idea de crear una obra que sirviese de homenaje al cantante y a su mejor amigo.

A través de una “escritura sencilla pero profunda, ligera incluso en algunos casos”, Murua le da las gracias al músico por “la manera que tenía de enfrentarse a la vida con alegría, optimismo y motivación hasta el último momento”. También porque “su figura y su música sirvieron para que mi amigo y yo hablásemos con tranquilidad de un tema que para él era tabú”.

El resultado responde a esa “necesidad balsámica” mencionada antes, reuniendo poemas que podrían ser canciones o viceversa. Eso sí “el letrista de este libro es un poeta y no puede dejar de serlo. Eso se nota”.

En este sentido, Murua destaca el poder que tiene la música para evocar momentos, emociones, vivencias personales y colectivas. “En las canciones sale todo. Nos unen en lo bueno y en lo malo, nos llevan a la fiesta, al amor, al primer beso, a la nostalgia, a las personas que ya no están”. Componen una biografía sentimental. Así lo describe el autor, quien, por cierto, ya tiene terminado ese otro libro que estaba escribiendo a la par que este. Pero todo necesita su tiempo. Ahora el poeta canta Canciones para Pau Donés.