La noticia traspasó fronteras. México, 2014. En Iguala, 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa desaparecieron tras las cargas de policías municipales y militares del 27 Batallón de Infantería. Como el personaje de Sófocles, sus familias reclamaron sus cuerpos encontrándose con el muro del poder. De ahí que el director, dramaturgo y actor mexicano David Gaitán decidiese recuperar a Antígona para hacer una recreación actual, una revisión contemporánea que el año pasado saltó el Atlántico para estrenarse en el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida. "La utilización de la mentira por parte del poder no es algo que inventó Goebbels en el III Reich. Viene desde muy atrás y hoy sigue vigente", dice el actor, director y músico Fernando Cayo en su vuelta a Vitoria, donde este viernes, en el marco del Festival Internacional de Teatro, se va a poder ver esta producción de El Desván Producciones, el Teatro Español y el certamen extremeño.
De hecho, cuando al intérprete se le cuestiona si puede señalar algún Creonte entre los políticos de hoy, su sonrisa traspasa la mascarilla. "¿Quién no?". Las fake news, las puertas giratorias, los abusos en las formas y los fondos son cuestiones que aparecen en sus palabras. "Estamos en una situación en la que el poder ha caído uso del sentimentalismo y del melodrama para mantenerse", una situación en la que "todo es: o estás conmigo o estás contra mí". Él, de hecho, en esta "revisión contemporánea" del texto clásico, es un político capaz de enseñar todas las caras -incluso de cantar- para engatusar, distraer o acabar con el contrario, dependiendo el caso.
Junto a Irene Arcos y Clara Sanchis, entre otros, Cayo afronta desde el verano del año pasado el reto de representar un espectáculo que plantea algo tan complicado y sencillo al mismo tiempo como una discusión popular sobre el poder y su ejercicio, sobre todo cuando éste no es lícito o ético. "Todos los personajes presentan sus razones para ser como son, para tener sus comportamientos, y las explican muy bien, lo que hace que las distintas partes del público entiendan e incluso se identifiquen con unos u otros".
En este sentido, el actor apunta que en esta Antígona no existe la cuarta pared, sino que los asistentes -en el Principal todavía quedan algunas entradas disponibles- "son habitantes de Tebas". Junto a ellos, la producción también suma una 20 de intérpretes locales -procedentes tanto del Taller de Artes Escénicas como de Dantzerti- a modo de coro, aunque Cayo prefiere no dar demasiados detalles sobre su papel para no destripar sorpresas. Todo ello en una versión que "trae la calle al teatro", que juega con la acidez y el humor, que habla "entonces como ahora de la desobediencia civil cuando el poder no es ético".
Esta Antígona llega al centenario edifico de la calle San Prudencio en medio de una gira que, en principio, terminará en marzo de 2022 y que arrancó, con polémica presencia del Rey incluida, en el Festival de Mérida de 2020. Ya la preparación estuvo más que marcada por la pandemia. "Fue todo muy marciano", recuerda el actor, que a lo largo de estos meses ha vivido junto a sus compañeros los distintos cambios en las restricciones según la evolución del covid. "La cultura ha demostrado su gran capacidad de adaptación" hasta llegar a este momento, en el que "es una auténtica maravilla ver el aforo al 100%. Necesitamos pensar, divertirnos y emocionarnos en este acto colectivo que es el directo".