- La Asociación de salas de música de Euskal Herria Kultura Live denuncia que estos espacios “han quedado fuera en las ayudas que el Gobierno Vasco ha publicado recientemente para paliar las pérdidas originadas por el covid-19 en el sector cultural”. Por ello, acusa al Ejecutivo de “falta de voluntad” para aceptar su actividad como cultural y no entienden la falta de visión sobre la situación actual.

“El tejido de salas de conciertos es un valor activo históricamente en el desarrollo cultural del país y parte fundamental en la sensibilización de públicos, siendo espacios de acogida y de difusión para nuevas propuestas artísticas y lugares que generan puestos de trabajo a otros agentes como técnicos, promotores y diferentes proveedores de servicios de administración, comunicación y marketing entre otros. Sectores que se encuentran conectados directamente con las actividades de las salas”. Por ello, no se entiende “la falta de voluntad para ayudar a un sector que es clave para generar futuros activos de valor para la escena cultural vasca”.

Según Kultura Live, esta actitud está muy lejos de las políticas de otros países donde las salas de conciertos “han sido reconocidas como espacios esenciales para la actividad cultural aplicando políticas de protección e incluyéndolas en estrategias de apoyo a la cultura. Al igual que la Unión Europea que por primera vez en 2020 publicó una convocatoria específica dirigida a salas de conciertos, demostrando así que son esenciales para el tejido cultural”. Con la situación y restricciones actuales “se hace imposible rentabilizar” su actividad y se encuentran ante un futuro “poco esperanzador, indefensos ante la falta de ayudas estructurales prometidas previamente”.

En este sentido, la entidad también recuerda la nota de la Asociación de Salas de Conciertos de Europa (Live DMA), que apunta que “menos audiencia significa menos ingresos para las salas y clubes, ya que los ingresos generados a través de la venta de entradas, alimentos, bebidas y otros servicios son su principal fuente de ingreso. Este contexto y la ausencia de apoyo por parte del sector público a estos espacios culturales, pone las escenas de música en directo en una situación precaria y en peligro de extinción”.