- La escritora colombiana Pilar Quintana (Cali, 1972) ganó ayer el XXIV Premio Alfaguara de novela 2021, dotado con 175.000 dólares (145.000 euros), por su obra Los abismos. El jurado, presidido por Héctor Abad Faciolince, destacó que la obra ganadora "se adentra en la oscuridad del mundo de los adultos a través del punto de vista de una niña que, desde la memoria de su vida familiar, intenta comprender la conflictiva relación entre sus padres". La novela que tiene como telón de fondo el estrecho universo femenino formado por mujeres acomodadas a su vida que no pueden romper con una educación de otro tiempo.

Quintana afirmó ayer que actualmente hay "una especie de revolución literaria" de autoras que cuentan la maternidad "desde lugares que no se habían contado antes", desmitificándola. Precisamente, en Los abismos hace una reflexión sobre "qué pasa con las mujeres que fueron madres por la imposición social". "Las mujeres de mi generación tuvieron la oportunidad de decidir si querían ser madres o no porque casi todas somos profesionales, pudimos decidir qué queríamos hacer con nuestras vidas. Pero las mujeres de la generación de mi madre, no. Solo algunas estudiaron pero el mandato social era que se casaran y fueran madres. Estaba mal visto si escogían una carrera y no formaban una familia", explica la autora.

Los abismos está narrada por "una niña cuya madre, si hubiera tenido la oportunidad de elegir, quizás no hubiera decidido ser madre, sino que hubiera desarrollado su vida de otra manera", añade Quintana. Y desde ese punto de la infancia en el que se empieza a perder la inocencia, sospecha que quizá no fue deseada.

Cuando empezó su carrera como escritora, rememora Quintana, "había ciertos temas que no le parecían importantes a la literatura porque eran temas de mujeres, como la maternidad. No se decía abiertamente pero estaba en el aire y ahora la literatura está reivindicando esos temas, algo que es maravilloso". La forma de contar y lo que cuentan es diferente, señaló Quintana, que cree que lo que están haciendo las escritoras hoy en día es "desmitificar la maternidad, desacralizarla", contarla desde su complejidad. "Yo siento que nuestras madres y nuestras tías nos engañaron porque cuando hablaban de la maternidad la pintaban como la cosa más maravillosa que le podía pasar a una mujer. Pero no se hablaba de las dificultades, de su lado oscuro", dijo Quintana, que, como madre, aseguró que su hijo "fue el niño más deseado y más buscado del mundo, pero la maternidad tiene bemoles, tiene aristas y grises y no es solo luz y maravilla".

Pilar Quintana, responsable de otros títulos como Cosquillas en la lengua y La perra, confesó que es una autora que reescribe "obsesivamente" y lo hizo especialmente con esta novela por la dificultad de encontrar el tono y el punto de vista de una niña, sobre todo porque los niños "tienen inocencia pero se dan cuenta de todo y quizás no pueden poner en palabras lo que les está pasando". Los abismos a los que se refiere el título de la novela son literales y geográficos -transcurre, en parte, en una finca en la montaña sobre un abismo-, pero también son los abismos "interiores y en la familia". "Nadie sabe lo que pasa en el interior de una familia, ese es el gran abismo sobre el que explora la novela", concluyó.

"Hay una revolución libertaria que cuenta la maternidad desmitificándola"

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