- Fashion Revolution se basa "en la campaña constante y no en el boicot", creando conciencia para "dedicar tiempo a buscar ropa que se ajuste no sólo a tu talla sino también a tus principios", explica a Efe la diseñadora italiana Orsola de Castro, cofundadora de este movimiento global. Su objetivo es defender una moda "que conserve y restaure" el medioambiente, ya que esta industria "es la segunda más contaminante del planeta" y una de las mayores despilfarradoras de recursos. Como prueba, apunta que "se emplean 2.720 litros de agua para hacer una camiseta: el equivalente a lo que bebe una persona en tres años". Esta entidad impulsa el debate sobre todos los temas relacionados con el sector y aporta "algunas de las soluciones potenciales", aunque reconoce que no está en sus manos que las empresas establezcan el criterio social, medioambiental, de reciclaje o de tratamiento de desechos.

De Castro insiste en que la mayoría de estas compañías no es "lo suficientemente transparente" puesto que "no hace pública su cadena de suministros" cuando "sabemos que existen muchísimos trucos como la circularidad o los materiales innovadores". Y de la misma forma que las empresas no suelen hablar sobre ello, "los propios consumidores y sus organizaciones tampoco quieren verlo", se lamenta. Ahí radica su papel de concienciación, para la que piden a los ciudadanos que piensen en la cadena de suministros de la industria de la moda "como una línea larga que llega hasta nosotros ya que, de hecho, cada mañana cuando nos vestimos estamos formando parte de ella". A continuación, "lo más básico es examinar tu armario y plantearte preguntas como por qué compras una prenda concreta o por qué la vistes" y cuáles son las decisiones que conducen a alguien a gastar una gran cantidad de tiempo buscándola en Internet o yendo a probársela en una tienda.

Para "marcar la diferencia de verdad", añade, se necesita "ser constante, porque esto no es como seguir una de esas dietas en las que haces algo una semana y luego es imposible mantenerla" sino que requiere mantener la decisión. Recomienda "buscar siempre antes de comprar" y, cuando se haya tomado la determinación de adquirir algo, que sea "ropa fácil de arreglar, que dure mucho tiempo y que puedas intercambiarla o compartirla con amigos". Las fuerza de los consumidores, insiste, radica en "mostrar a las marcas que queremos productos que duren el mayor tiempo posible porque sean de calidad y, además, fabricados por personas que tengan calidad de vida". Este concepto hace referencia a la fundación en 2013 de Fashion Revolution, presente en más de 90 países y que surgió a raíz de la catásfrofe del complejo fabril Rana Plaza de Dacca (Bangladesh), cuyo hundimiento provocó la muerte de 1.138 personas y heridas a más de 2.500. Todas trabajaban en condiciones precarias.