Vitoria - Más allá de que desde el pasado día 7 está en marcha su programación paralela por diferentes puntos del territorio, la vigésimo sexta edición del Festival de Teatro de Humor de Araia cuenta ya las horas para subir mañana el simbólico telón de un certamen escénico de referencia durante el verano dentro y fuera de Álava. Hasta el domingo, compañías tanto alavesas como vascas, estatales e internacionales van a adueñarse de la localidad para dejar que la comedia, la música, el circo, el clown... se hagan protagonistas con un único y esencial objetivo: el público.

Como siempre, dos serán los focos esenciales de atención a lo largo de estas jornadas. Por un lado, la calle. Por otro, el Arrazpi. En estos escenarios sucederá toda la magia, manteniendo la misma estructura de ediciones precedentes, aunque este año se ha optado por no realizar representaciones de madrugada. En el caso del polideportivo, donde se producen las únicas actuaciones de pago, los abonos para los cinco espectáculos previstos se pueden conseguir por 43 euros. En el caso de las entradas sueltas, el acceso a cada jornada costará 14 euros, salvo en el caso de los menores de 16 años, que tendrán que abonar 6 euros por pase. Ya se opte por una modalidad o por otra, los tickets se pueden adquirir de manera anticipada en Araia (Batzoki Taberna), Agurain (en la Oficina de Turismo) y en Vitoria (en la Casa del Libro), más allá de en la taquilla del pabellón el día de cada representación.

“En el programa de este año hay una diversidad de propuestas que no siempre se consigue” decía hace unos días en estas mismas páginas el director y fundador del festival, Javier Alkorta Txortas, algo que los presentes van a poder comprobar en primera persona desde los primeros pasos del certamen, que se producirán mañana. En la zona centro, los encargados de inaugurar la cita serán Los Putos Makinas con Piti peta hofen show, un espectáculo estrenado hace un par de años en el que Lucas Castelo Branco, Andrés Torres Díaz y Johannes Bauhofer proponen “una mezcla de tres estilos personales completamente distintos”, un montaje “caracterizado por el juego teatral, la improvisación y la obsesión por los objetos” que ya se ha podido ver en países como Brasil, Francia, Italia, Polonia, Alemania, Holanda, Suiza y Portugal. Eso sucederá a las 20.00 horas, mientras que a las 22.30 será el turno del Arrazpi, donde Txalo propondrá Zoaz pake santuan, con Ane Gabarain y Mikel Laskurain bajo la dirección de Begoña Bilbao. El texto de Emmanuel Robert-Espalieu relata la historia de una mujer que, para terminar con la monótona vida que lleva con su pareja, ha decidido envenenar a su marido. Eso sí, decide comunicárselo y pasar con él sus últimas horas en un piso cerrado con llave, aunque en realidad nada va a salir como está previsto.

El jueves 15 será, como todos los años, un día muy especial en la localidad por diferentes motivos. La segunda jornada del festival coincidirá con la celebración del Artzain Eguna y el día grande de las fiestas de Andra Mari, por lo que la actividad será imparable durante todo el día. En lo que se refiere de manera estricta al certamen, de nuevo a las 20.00 horas pero en la casa del parque natural hará acto de presencia la compañía Amer i África Circ Cia, que compartirá la pieza Envà, “una alegoría sobre las paredes mentales que nos aprisionan” relatada a través de unos 250 kilos de paja y dos personas que “divagan, a través del movimiento, los equilibrios, el humor y la composición del espacio, sobre las peculiaridades de las relaciones humanas”. En el polideportivo a las 22.30 horas, será el turno para Todas hieren y una mata de Ay Teatro, una obra escrita en la actualidad por Álvaro Tato pero creada en verso a la manera del Siglo de Oro para ofrecer “una comedia divertida y profunda, una aventura literaria, un homenaje al teatro clásico y una reflexión sobre nuestra cultura”.

En lo que respecta al viernes 16, siguiendo los mismos horarios, la primera cita se producirá en la zona centro con Malicia!Cia y su El punto de la i, una mirada, desde el circo y el teatro, a esta actualidad marcada por la imagen que cada persona proyecta en las redes sociales. “Hoy en día todos estamos conectados en una gran nube virtual, pero, ¿cómo afecta a nuestras relaciones en persona?”, se preguntan María Salmerón, Alicia Rechac y Elisa Strabioli. En el Arrazpi tomará el relevo Rhum & Cia con Rhumans, donde, como explica el director Jordi Aspa, “os invitamos a viajar y a reflexionar sobre la figura del payaso con un collage musical repleto de números de creación propia y algún clásico, aliñado con acidez, dulzura o picante para despertar los músculos de la risa”.

Se llegará así al sábado 17, que se iniciará de nuevo en la zona centro de Araia a las 20.00 horas con Prozak de Malas Compañías Zirko Taldea, montaje en el que, bajo la dirección de la gasteiztarra Maite Guevara, “nos sumergimos, a través de una familia muy poco convencional, en un universo de situaciones disparatadas que sin embargo nos conectan con nuestro lado más humano”. De ahí se pasará al Arrazpi, donde a las 22.30 horas, Nancho Novo dará vida en solitario a El cavernícola, de Rob Becker. A buen seguro, el actor ha perdido la cuenta de la cantidad de veces que ha representado ya este exitoso texto sobre la relación entre hombres y mujeres.

Así se alcanzará la última jornada, la del domingo 18, en la que Compagnie Mauvais Coton hará doblete. A las 13.30 horas en el Prao el grupo francés representará Mues, una “fábula sobre la vida y el tiempo”, para luego trasladarse a la zona centro y ofrecer, desde las 20.00 horas, Culbuto, en el que el equilibrio y la búsqueda de los límites se muestran gracias al uso de una “máquina única en su inestabilidad crónica”. El broche, cómo no, se producirá en el Arrazpi a las 22.30 horas de la mano de Un Poyo Rojo y el espectáculo del mismo nombre con el que el dúo no para de triunfar por todo el mundo desde hace ya varios años. Alfonso Barón y Luciano Rosso son los encargados de llevar ante el público una propuesta en la que el humor, la danza, el deporte y el circo se dan la mano para hacer que el cuerpo se exprese sobre cuestiones como la masculinidad, la sexualidad y el amor.