madrid - Plácido Domingo (1941) volverá a Madrid, “si las cuerdas siguen bien engrasadas”, el año próximo a cantar La Traviata y celebrar así sus 50 años de debut en el Real, del que cerrará su temporada 18/19, a partir del día 14, con una Giovanna d’Arco en versión de concierto que, promete, “sorprenderá”.
El madrileño presentó ayer la producción que cierra la temporada del teatro, una tradición que se cumple desde hace varios años. “Al inicio de mi carrera, hace un par de años -bromeó-, tuve la suerte de hacer una grabación con Montserrat Caballe (1972), ejemplo para todas las sopranos que la han cantado después. Desde hace diez años estoy cantando el repertorio barítono y ahora tengo la suerte de cantar la parte del padre”, detalló Domingo.
Es el tercer papel verdiano que Domingo hace en la tesitura de barítono -I due Foscari (2016) y Macbeth (2017)- y el artista está encantado de volver a Madrid para interpretarlo, junto a Fabiano y Carmen Giannattasio, aunque sea en versión concierto “porque es difícil venir aquí para 12 funciones”, se ha reído.
“Todos preferimos cantar en escena, representar a los personajes, por eso somos cantantes de opera. Yo vivo en el escenario pero a veces no hay tiempo”, aseguró el artista al que la prensa estadounidense ha bautizado como operhalic, en alusión a su dedicación al género y a una carrera que llega ya a los 60 años.
Domingo tendrá “la gran satisfacción, si las cuerdas vocales están bien engrasadas y salud vocal” de celebrar sus 50 años de debut en Madrid cantando Germont en La Traviata, avanzó. - Efe