“Somos un grupo de directo, de pueblo y fiestas”, explica el vocalista y guitarrista del grupo En Tol Sarmiento (ETS), Iñigo Etxezarreta. Los de Rioja Alavesa hacen balance de los once años de su carrera ascendente en AmETSetan (Baga Biga), que refleja su concierto en las últimas fiestas de Gasteiz, en formatos CD y DVD y con el refuerzo de miembros de Kaotiko, Vendetta y Betagarri.

Baga Biga parece haber tirado la casa por la ventana con este proyecto: CD, DVD y documental.

-(Risas). Estamos muy satisfechos porque el proyecto es muy completo, y no esperábamos que fuera así. Ha sido muy laborioso también, ya que incorpora un documental. Nos merecíamos ya tener un disco en vivo, como banda de directo que somos. Ya teníamos tres discos detrás también, existía repertorio suficiente, y el escenario es donde mejor nos desenvolvemos y donde mejor conectamos con el público. Todo confluyó en el formato de este disco-libro. Al final, lo ves y es como un homenaje al propio grupo.

Igual lo prolijo del lanzamiento responde a que desde la discográfica se considera ya a ETS como un grupo de primera división.

-No lo sé, la verdad. Igual por tirón, sí, pero nosotros somos muy críticos con nosotros mismos desde el punto de vista técnico. No somos músicos profesionales y cada uno tiene su propio trabajo, así que nos sentimos gente humilde, alejada de esa primera división donde hay gente de mucha calidad. No nos sentimos ahí arriba pero sí es cierto que la gente nos apoya y estamos dando muchos conciertos. Respondiendo a tu pregunta... depende de cómo se mire (risas).

Resulta lógico hacer balance de estos casi doce años con un disco en directo. El escenario es el espacio soñado e ideal para ETS ¿verdad?

-Y desde el primer momento. Además, desde que grabamos el primer disco notamos que podíamos ofrecer más sobre el escenario que en el estudio, a pesar de dedicar mucho tiempo, horas, pistas y estudio a las canciones. Al final, cada grupo tiene su espacio preferido, y el nuestro es el escenario. Y la gente nos responde. Somos un grupo de pueblos y fiestas.

En escena se olvidarán todos los sinsabores de la vida diaria.

-(Risas). Al subir, si ves a la gente responder ante las canciones solo quieres disfrutar. Antes solo piensas en trabajar para que todo esté a punto, pero al salir arriba se te olvida todo, solo disfrutas. Somos afortunados durante esa hora y media en la que dejamos todo de lado y solo buscamos conectar con el público.

El título del disco no puede ser más acertado, ‘AmETSetan’.

-Refleja la vida del grupo, sí. Es el sueño de ETS hecho realidad. La del concierto en La Blanca fue nuestra noche de los sueños. Tras casi doce años sin parar, creíamos que este era el momento para reflexionar, echar la vista atrás y ofrecer lo que es el grupo. Nos juntamos a los 16 años unos cuantos chavales sin ningún conocimiento musical y hemos llegado hasta aquí, con este recorrido. No lo pensamos ni en los mejores sueños.

El título es también el de una canción, la única nueva del disco.

-Es como un resumen de nuestro pasado. En la letra explico un poco lo que hemos sentido durante estos años y luego, en el estribillo, dejamos claro ese repaso a nuestros tres discos: Beldurriz ez, Zure mundua y Hacia la luna. El último, ya trasladado en la canción como Ilargira bidea. Nos gusta que cada disco refleje una idea y esa canción las redondea todas.

El documental que se incluye es bastante especial también, tiene un lado muy humano.

-Por las características del grupo, nos parecía necesario contar con un documental en el que contar lo que somos y la parte más escondida de cada uno de los componentes, incluidos cada uno de nuestros trabajos, a través de entrevistas al grupo y a gente cercana. Es un documental muy humano que refleja nuestra convivencia y el método compositivo también. Eso, ni los discos ni los conciertos lo pueden contar.

¿Se podría hablar de un fin de ciclo con este resumen en directo?

-No lo sé... puede que sí. En mi caso, como compositor veo que ETS ha estado cerrado en un estilo de música muy determinado y definido, y ahora me apetece cambiar. No sé de qué manera, no me preguntes (risas). Habrá que darle unas vueltas porque no será fácil. Lo que no queremos es cerrarnos puertas a la creatividad. Estamos en ese punto.

Así que en el próximo disco escucharemos algo más que ska y rock.

-Esperemos, esperemos... Igual no sale nada nuevo o no le gusta a la gente.

En lo que no hay vuelta atrás en el uso ya casi absoluto del euskera en el repertorio ¿no?

-Ha sido también un proceso natural y se advierte en el documental. Es que solo yo hablo euskera, el resto son de fuera de Euskal Herria y viven en Logroño. Empezamos con el debut incluyendo una canción porque yo me empeñé. Ahora, todos han perdido los prejuicios y ya conocen esta tierra, donde han vivido y aprendido a amarla; incluido al euskera. Por eso, de forma natural se ha ido ampliando su uso; la línea seguirá por ahí en el futuro. No vamos a ir hacia atrás, ahí sí que tenemos una idea definida. Igual sí podríamos incluir algo de inglés o francés.