De pie, con ovaciones de "bravo" que sobresalían entre miles de aplausos, el público emocionado de Madrid felicitó a Leonard Cohen, una leyenda de 78 años que el viernes ofreció un concierto de casi cuatro horas. El Palacio de Deportes de la Comunidad de Madrid se postró a Leonard Cohen, quien agradeció la "calurosa bienvenida" del público que aucidó a este recital de una treintena de canciones míticas y recientes de su carrera. Tras abrir fuego con su tema clásico Dance me to the end of love, el canadiense indicó a sus fans: "no sé cuándo volveré, así que voy a darlo todo". El concierto se dividió en dos partes. En la primera tanda, Cohen interpretó temas tranquilos pero tan señeros como Everybody Knows. En la segunda, el canadiense apostó por introducir temas menos lentos como Suzanne, o Democracy.
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