Vitoria. En la estructura clásica de la dramaturgia, el conflicto es el encargado de desencadenar la trama, ubicado entre la presentación y el desenlace. Es el nudo que, al desmadejarse, dispara la catarsis final, mediante la que el personaje ejerce sus cambios vitales y juega las cartas de la historia.

Un nuevo espacio de creación toma una acepción diferente de la palabra como base. Hace suyo el ejemplo de historias internacionales que buscan la superación de conflictos a través del arte y, tras pasarlas por el tamiz de compañías locales, compone desde el 4 de octubre doce semanas de miedos, frustraciones y violencias catalizados desde la creación. BakeaSormena -que cuenta con la colaboración de DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA- es el bautismo escogido para una iniciativa, impulsada por Porpol Teatro, que busca transformar y crear una base creativa que apoye la resolución de conflictos. Una base que, de paso, servirá para recuperar incluso un espacio, el de las cocheras de Escoriaza-Esquível, que se conformarán como sede gracias al apoyo municipal al proyecto.

"No sabemos que se va a generar, es algo nuevo y tiene ese punto experimental", explica David Alcorta, coordinador de esta interconexión de identidades, comunicadas por su vínculo de superación y reinterpretadas y volcadas por creadores locales -cuando no por sus propios protagonistas- en muy variadas formas. Teatro, danza, escultura, instalación, performance... Son muchas las disciplinas que confluirán a lo largo de los tres meses de traducción artística que propone BakeaSormena, una iniciativa -impulsada desde la convocatoria de la Fundación 2012 de Gobierno Vasco en el Año de las Culturas por la Paz y la Libertad- que reúne "a gente de diferentes disciplinas con un sello común", apunta Alcorta.

Gente cuya elección viene motivada por la calidad de su discurso y de su rigurosidad artística. Gente que puede crear a su libre albedrío, tomando como punto de partida ejemplos de experiencias también creativas que han servido para dar un paso adelante por rincones de todo el mapamundi. Creación inspirada por creación. Búsqueda de resolución de conflictos desde el arte, tomando como base otras búsquedas similares. La misma búsqueda, al fin y al cabo. Y "no hay condicionantes ni limitación; cada uno es libre de hacer lo que quiera", añade el coordinador del proyecto.

Para muestra, unos cuantos botones ya definitivos de este auténtico ejemplo de art in progress. Jueves, viernes y sábados serán las jornadas encargadas de acoger -aleatoriamente, a veces en doblete-, cada una de las propuestas de las doce semanas a través de puestas en escena o presentaciones de los diversos trabajos artísticos que irán alimentando BakeaSormena.

Por ejemplo, en la primera de las citas, los días 4 y 6 de octubre, el proyecto protagonista será el de la compañía británica Conflict Relief. Sus miembros son árabes y judíos y sus piezas son comedias basadas en el conflicto de Oriente Medio, que la bailarina y coreógrafa Idoia Zabaleta reinterpretará desde el tamiz de la danza. De nuevo con sello británico, la inspiración de la creación de los días 12 y 13 de octubre será Umoya Creations y su Udu Project, basado en la musicoterapia como método para tratar de paliar el trauma de la guerra en Bosnia y Herzegovina. Cambiando de nuevo de tercio disciplinario, la presentación de una pieza escultórica de Koko Rico será el vehículo para hablar de este intento de superación del conflicto.

A partir de su propia experiencia de torturas a manos de paramilitares en Colombia, Héctor Aristizabal creó en Imaginaction una iniciativa teatral que busca la superación de traumas. En este caso -como sucederá en algunos más-, será el propio artista el que se acerque hasta Gasteiz (19 y 20) para hablar de su caso, para impartir un taller que contará con el apoyo de Mugimendu Antzerkia y para presentar su trabajo Nightwings.

The Forgiveness Project es el nombre de una iniciativa que trabaja en pro de la justicia restaurativa de presidiarios. Y es el punto de partida para un texto que contará con guión de Antonio Altarriba e interpretación de Rafael Martín, y que hablará del perdón, el 28 de octubre.

Al fin y al cabo se trata de ejercer la metáfora. De amplificar a través de la reinterpretación artística que ésta propone una serie de proyectos que, a lo largo del mundo, luchan por acabar con la lucha, por remediar lo que ésta ha depositado como una herida perenne en miles de sociedades. Un proceso que permitirá abrir puertas de debate y de conocimiento mutuo. Interconexiones, dudas y conflictos. "Hay gente a la que le contamos el proyecto y dijo 'para adelante', pero también gente a la que le ha generado conflictos éticos; '¿cómo atreverme a hacerlo, a hablar de eso, desde el sofá de mi casa?'".

Quizás las palabras, precisamente, no sean hacer ni hablar, sino actuar o mover. Actuar desde lo que provocan todos estos proyectos internacionales. Mover pensamientos, conciencias, realidades. "Más importante que el acabado o el desarrollo, interesa más la pulsión, cómo te afecta", opina David, porque "no tienen por qué ser proyectos acabados y cerrados, la interpretación y cómo se plasme generará debate y una pulsión de ideas".

Ideas generadas por temas que "van a remitir, algunos más que otros, a aquí", a un conflicto vasco que podrá contemplarse a lo largo de estas doce semanas en muchos espejosm y ofrecer a su vez sus propios reflejos en este "espacio de encuentro", como lo define David. "Hablaremos de temas que son muy sensibles, que levantarán ampollas, y puede que, a lo mejor, algún día alguien se vaya a ir cabreado a casa..., pero va a querer volver para seguir hablando al día siguiente".

Hablar para generar caminos, para reunirse en torno a la idea del fin de los conflictos, para despertar debates desde piezas que toman un paisaje, el de las cocheras de Escoriaza-Esquível, donde nacerán otros nuevos. "Se está generando esa piña, y físicamente se plasmará en ese espacio porque, por ejemplo, si se hace una escultura, va a permanecer allí". Como tratará de permanecer y crecer BakeaSormena, trazando interconexiones dispuestas a mostrar el arte como llave.