pamplona. El cineasta navarro Montxo Armendáriz fue investido ayer doctor honoris causa por la Universidad Pública de Navarra (UPNA) y durante el acto afirmó que se siente "afortunado" de formar parte de dicho centro, que, dijo, es "dinámico, moderno y abierto a nuevas formas de comunicación". "Me siento muy honrado y orgulloso de ser uno de sus miembros", aseguró.

La ceremonia, que estuvo enmarcada en la celebración del Día de la Universidad, fue presidida por el rector de la UPNA, Julio Lafuente y su equipo rectoral. Asimismo, contó con la asistencia de las principales autoridades de la Comunidad Foral, de los agentes económicos y sociales, y de una nutrida representación de la comunidad universitaria y del mundo de la cultura. Entre los asistentes, se encontraba el presidente del Gobierno de Navarra, Miguel Sanz, la presidenta del Parlamento foral, Elena Torres, y la delegada del Gobierno en Navarra, Elma Saiz. En el acto se impusieron insignias a los trabajadores jubilados, se invistieron a un total de 45 nuevos doctores, y tomaron posesión 21 nuevos profesores funcionarios.

Tras ser investido doctor honoris causa, Armendáriz afirmó estar "profudamente agradecido" y mostró su "más sincera gratitud" por el "generoso nombramiento" de la UPNA. "Yo nunca hubiera imaginado una escena como ésta en el guión de mi vida. Nunca se me hubiera ocurrido escribirla. No sé si por falta de imaginación, o porque como suele decirse, a veces la realidad supera la ficción", señaló.

el mestizaje artístico, clave Durante su intervención, el cineasta manifestó que siempre ha creído en "el intercambio de ideas". Según indicó, "el mestizaje artístico es impresindible para enriquecer la cultura de un pueblo, y por consiguiente, su sistema educativo". A este respecto, el realizador sostuvo que "una universidad no puede vivir de espalda a la realidad de su tiempo". Por eso, añadió, "este acto, más allá del reconocimiento que supone hacia mi labor profesional, pone de manifiesto la existencia de una universidad dinámica, moderna, y abierta a nuevas formas de comunicación".

En su discurso, Montxo Armendáriz repasó su infancia y adolescencia, y destacó cómo su encuentro con Anastasio Ochoa modificó el rumbo de su vida. Además, explicó que en sus películas ha tratado de "crear imágenes e historias que reflejen la realidad de nuestro entorno", algo que, según valoró, "no ha sido ni es una tarea fácil, porque si algo caracteriza el cine o la televisión que se hace en estos momentos es su creciente utilización como meros productos de consumo".

"El cine, como los demás productos audiovisuales, no sólo debe tratar de rentabilizar su inversión, sino que también debe servir para enriquecer la cultura, para denunciar cualquier clase de injusticia o para erradicar todo tipo de violencia", defendió.