Con la llegada del otoño, una de las preguntas recurrentes entre la población es la siguiente: ¿cuándo cambia la hora y entramos en la rutina de invierno? Este ajuste de relojes, que ocurre dos veces al año en gran parte del mundo, tiene como objetivo optimizar el uso de la luz natural, así como aprovechar al máximo el día para realizar actividades. 

Asimismo, implica varias modificaciones en nuestro estilo de vida y salud, lo cual hace que debamos prestarle especial atención a esta cuestión cuando llegue a Álava.

¿Cuándo se realizará el cambio de hora en 2024?

En 2024, el cambio al horario de invierno en la mayoría de los países que siguen esta práctica se llevará a cabo durante la madrugada del sábado 26 al domingo 27 de octubre. 

En ese momento, los relojes deberán retrasarse una hora, por lo que a las 3:00 de la madrugada volverán a ser las 2:00. Esto significa que, en términos prácticos, "ganamos" una hora de sueño esa noche. 

Este ajuste, si bien puede parecer pequeño, tiene un impacto considerable en nuestras rutinas diarias, sobre todo en la cantidad de luz diurna disponible.

Cambio de hora: ¿Cuándo es y qué horario es mejor? Pexels

¿Por qué se cambia la hora?

El cambio de hora tiene sus orígenes en la necesidad de aprovechar mejor la luz solar y reducir el consumo energético

Razones históricas

La idea de ajustar los relojes fue propuesta por primera vez por el científico Benjamin Franklin en el año 1784. Franklin, en una carta satírica, sugería que al adelantar la hora durante el verano, la gente podría aprovechar más las horas de luz natural y, de esta manera, ahorrar en el consumo de velas.

Implementación oficial 

Sin embargo, el cambio de hora no se implementó oficialmente hasta la Primera Guerra Mundial, cuando algunos países europeos adoptaron esta medida como una estrategia para ahorrar energía. 

Posteriormente, fue utilizado nuevamente durante la Segunda Guerra Mundial y, a partir de la década de 1970, muchos países lo adoptaron de manera permanente tras la crisis del petróleo, con la esperanza de reducir el consumo energético.

Hoy en día 

En la actualidad, el cambio de hora tiene un impacto menos evidente en el ahorro energético debido a los grandes avances tecnológicos y el uso de fuentes de energía más sostenibles. 

Aun así, se sigue manteniendo en muchos países, especialmente en Europa y América del Norte, por motivos históricos y de sincronización con mercados internacionales.

Impacto del horario de invierno

La llegada del horario de invierno, con días más cortos y menos luz solar, afecta a distintas esferas de la sociedad. A nivel individual, muchas personas sienten el impacto en su bienestar físico y mental. 

Del mismo modo, la reducción de horas de luz influye en los patrones de sueño y en la producción de melatonina, la hormona encargada de regular el ciclo sueño-vigilia, provocando fatiga, irritabilidad o incluso el Trastorno Afectivo Estacional (TAE), una forma de depresión vinculada a los cambios estacionales.

Cambio de horario de invierno Pixabay

En el ámbito laboral, el cambio de hora puede alterar los ritmos productivos, ya que las horas de luz juegan un papel importante en el desempeño. Además, sectores como el transporte y la logística deben ajustarse a las nuevas condiciones de luz, lo que puede requerir cambios en horarios y operaciones.

Por otro lado, algunos estudios sugieren que el cambio al horario de invierno puede tener efectos beneficiosos en la seguridad vial. Al haber más luz en las horas de la mañana, disminuyen los accidentes de tráfico en comparación con el horario de verano. 

Diferencias por países

Es importante destacar que no todos los países realizan el cambio de hora. En América Latina, por ejemplo, países como Argentina y Perú no ajustan sus relojes, mientras que en México, solo la franja fronteriza con Estados Unidos sigue adoptando esta práctica de manera sincronizada.

En la Unión Europea, por su parte, todos los estados miembros efectúan el cambio de hora al mismo tiempo, pero este sistema ha sido motivo de debate en los últimos años.