El 8 de marzo de 1966 Manuel Fraga Iribarne, junto al embajador estadounidense Angier Biddle Duke, se dieron un baño en la playa de Quitapellejos, en Palomares (Almería), para demostrar que sus aguas no estaban contaminada a causa del accidente nuclear en el que se vieron implicados un bombardero estratégico B-52G y un avión nodriza KC-135 cargado con 60.000 litros de combustible, ambos de nacionalidad estadounidense. Casi 60 años después, el alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, ha querido emular al exministro franquista dándose un chapuzón en las Termas do Muíño para demostrar el buen estado de sus aguas y así promocionar las que, según él, son "las más bonitas de Orense".

Análisis periódicos

Si Fraga estuvo acompañado de Biddle Duke, el líder de Democracia Ourensana ha compartido baño con Noa Rouco, edil de Fiestas de Ourense. Ambos han querido salir al paso de unos carteles de la Xunta de Galicia que desaconsejan el baño en esas termas.

"La Xunta de Galicia recomienda no bañarse debido a una normativa autonómica surrealista: las aguas no están catalogadas ni como agua de río, ni termal, ni de piscina con depuradora. El Concello hace análisis periódicos para asegurarse de que son salubres si bien depende de cada cual el seguir o no, la recomendación de la Xunta de Galicia. Como analogía, sería como bañarse en una charca o arroyo en el monte o en cualquier agua de origen no catalogado", escribió en un post de X Jacomé.

Tras esta defensa de la salubridad de las termas, en la que como nota curiosa Jacomé, a falta de una solapa, se cuelga el micro del pelo del pecho, el alcalde de Ourense se mete en una de las termas junto a su edil sin mayor problema.