El cuidado de la piel es una cuestión muy importante en lo que al bienestar del cuerpo se refiere. Al margen del ejercicio físico, una buena alimentación y la salud mental, es importante fijarnos en cómo mantener este elemento lo mejor posible y protegerlo de impactos externos, al igual que retrasar su envejecimiento. 

Por esa misma razón, es necesario tener la piel hidratada, pues si se encuentra en buen estado repercute en el correcto funcionamiento del cuerpo y en su apariencia. Así pues, vamos a analizar la importancia de las cremas, un aliado imprescindible para su cuidado. 

Los beneficios de la crema hidratante corporal

Las cremas hidratantes para el cuerpo son muy importantes para recuperar su hidratación, al igual que para mantenerla flexible y en buen estado. Y es que los aceites naturales la hacen más vulnerable ante los cambios de temperatura. 

Ya sea en fechas de frío o calor extremo, la hidratación contribuye a evitar la aspereza y las grietas en la piel. Por eso, aplicar cremas la hace más tersa, lisa y fuerte ante cambios ambientales. 

Asimismo, una piel bien hidratada sirve como barrera protectora ante bacterias, productos químicos y otros elementos irritantes.  

Cuatro errores al aplicar crema corporal

Si bien parece muy sencillo aplicar crema hidratante, solemos cometer muchos errores sin darnos cuenta que hacen que no sea lo suficientemente efectiva. Estos cuatro son los más conocidos.

Chica se mira al espejo nada más salir de la ducha mientras se aplica sus cremas de cuidado facial. Freepik

  • Uso inadecuado de la cantidad de producto

Echar una cantidad muy grande de crema puede dejar una sensación de gasa en la piel. Por el contrario, aplicar poca no hidrata lo suficiente. Por eso mismo, se debe encontrar el punto intermedio según la piel y sus necesidades. 

  • Aplicar crema sobre la piel húmeda

La piel húmeda parece que es la mejor para absorber mejor la crema, nada más lejos de la realidad: disminuye la efectividad del producto. Se aconseja secar totalmente el cuerpo para después proceder con su hidratación

  • Ignorar la composición de los productos

Existen ingredientes inadecuados para cualquier tipo de piel. Las fórmulas libres de fragancias fuertes, por ejemplo, son aptas para personas sensibles. Esto nos lleva a leer bien las etiquetas de cada producto para evitar sustos. 

  • Elegir un producto inadecuado para el tipo de piel

Hay cremas que no valen para todas las pieles. Algunas fórmulas pueden saturar una piel grasa y otras no pueden bastar para una piel seca, de ahí la necesidad de elegir la más apropiada para cada tipo de cuerpo. 

Velar por el bienestar del cuerpo 

Más allá del cuidado personal, no hay duda de que tener una piel sana es el reflejo de la salud emocional y física. Por ello, saber aplicar productos adecuados, aplicarlos bien y armarse de paciencia y constancia, son las mejores claves para conseguir este objetivo.