Viene ocurriendo desde hace mucho tiempo. Son carreteras con buen piso, aunque en ocasiones estrechas y con curvas. Y eso atrae a los aficionados a realizar carreras o a divertirse con conducciones temerarias, sin tener en cuenta que pueden sufrir graves accidentes.

Eso fue lo que ocurrió el pasado fin de semana, y además con nieve y hielo en la calzada, en Montaña Alavesa. Lo cuenta Julián Mujica, que es uno de los encargados de pasar el quitanieves en muchas de las estrechas carreteras que unen los núcleos de la Cuadrilla, que cuenta con 13 equipos y un camión. "La cuestión es que vienen bastantes coches para hacer rallies y además del peligro que corren, ya que el sábado estuvo uno a punto de empotrarse en el quitanieves, dejan la carretera intransitable, ya que la dejan toda pisada y aunque se eche sal queda la placa de hielo".

Lo cuenta con preocupación, tanto por él como por quienes conducen de esa forma o por los vecinos o usuarios de la zona que corren un riesgo innecesario. "Vienen a varias carreteras: de Roitegi a Maeztu, también en la que va hacia Sabando y me imagino que en el Valle también andarán en general acuden a toda esta zona de la Montaña", enumera. Lógicamente, no son de la comarca. "Este año no sé de dónde viene la gente, pero no son de la zona. Algún coche matrícula de Logroño ya se ha visto, pero de las matrículas tampoco te puedes fiar".

Asume Mújica que "todos hemos sido jóvenes y nos ha gustado hacer piruetas, pero en estas circunstancias hay que ser un poco más responsable". No obstante, "algún día han estado con los coches incluso después del toque de queda. Y es que vienen, sobre todo, de noche". En cuanto a los vehículos, "hay algunos que vienen con todoterrenos y están bien preparados, aunque también estorban. Pero hay otros que vienen con coches pequeños, que además son de tracción trasera, y corren mucho peligro".

Mújica estuvo a punto de vivir una mala experiencia el pasado sábado. "Yo iba limpiando con el quitanieves y ellos venían a toda pastilla. Frenaron, pero en el hielo no frenaban. Menos mal que eran bastante habilidosos y se tiraron al lado derecho y así libraron. Pero lo mismo podían no haber librado y, si se pegan contra la cuña del quitanieves, hubiera sido un problemón".

El presidente de la Cuadrilla, Anartz Gorrotxategi comenta que "esto no es nuevo", sino que esta zona lleva así "ya unos años". "Y el problema es que cuando nieva en estas carreteras de Roitegi, Sabando y otras, viene gente con coches viejos, que les da igual romperlos, y se ponen a hacer rallies. A partir de las siete de la tarde, tras haber pasado la última vez la máquina quitanieves, comienzan a llegar los coches, y al rodar sobre los dos o tres centímetros de nieve, corriendo o haciendo trompos, la aprietan y al día siguiente es una pista de hielo". Y es que además de los riesgos, el estado en que queda la carretera ya ha provocado en una ocasión que una ambulancia no pueda llegar hasta un pueblo por el hielo que se había formado y se tuvo que pedir ayuda al todoterreno de la Cruz Roja, para poder trasladar al enfermo.

La situación preocupa, máxime cuando este fin de semana ha habido tres incidentes "que podían haber sido graves". "A la velocidad que van por allí, estamparse contra un tractor que lleva una cuchilla delante y unas aletas por detrás, podría haber partido los coches. Y lo peor: que hubiera habido muertos", apunta el alcalde. A esto se suman los daños en las señales por colisiones de los coches y que luego "tenemos que pagar entre todos porque no tenemos identificados a los que lo han hecho".

Gorrotxategi confirma que ya ha hablado con la Ertzaintza y con los responsables de Miñones y ambos han comprometido una vigilancia. "A la gente que se le pase por la cabeza venir para hacer este tipo de acciones en los días de nieve que sepan que se van a encontrar con presencia policial y cada uno tendrá que asumir las consecuencias que se merezca".