- El año pasado Elkarrekin sí que fue socio presupuestario del gobierno municipal. ¿Se ha dado el cambio hacia esas políticas más progresistas?

-El acuerdo presupuestario al que llegamos ha servido para avanzar en algunas cuestiones. Una era el Observatorio de la Vivienda. Hemos incrementado las ayudas a la rehabilitación, que han servido, por desgracia, para pagar las deudas del pasado y hemos conseguido también el plan de lucha contra la soledad y un mapa de cuidados. Incrementamos partidas para el Observatorio LGTBI + o en la Emakumeen Etxea. En definitiva, yo creo que gracias a ese acuerdo se han avanzado en cuestiones que consideramos prioritarias y en retos de la ciudad. Es el camino que queremos seguir, pero, lógicamente, lo tenemos que hacer con una coherencia política y todo pasa porque el alcalde abandone el camino del PNV de la Gas Capital.

¿Qué ha echado en falta de todo lo que fue pactado?

-Digamos que ha sido un año complicado porque desde mediados de marzo el mundo ha cambiado, pero más que echar en falta lo que creo que ha pasado es que se han cambiado las prioridades. Hemos podido avanzar en muchas de las cuestiones que teníamos planteadas, pero nos hemos dejado algunas en el tintero, que esperamos desarrollar, pero todo depende de desatascar el problema de la licencia solicitada por Shesha. / Foto: