- Uso obligatorio de la mascarilla para todos los viajeros que suban al autobús, reducción del número de usuarios que pueden utilizar el transporte o la prohibición de abonar el billete en metálico durante todo el año. Los chóferes de la sociedad pública municipal Tuvisa tienen claras las condiciones, muchas de ellas "innegociables", bajo las que están dispuestos a regresar al trabajo una vez el servicio de autobuses de Vitoria vuelva a operar en términos de cierta normalidad.

El comité de empresa de Tuvisa ha trasladado al Ayuntamiento su listado de "requisitos mínimos", un informe, al que ha tenido acceso DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, que recoge ocho condiciones fijadas por la plantilla para "garantizar nuestra salud" en la progresiva vuelta a la normalidad y que, en caso de incumplimiento por el ejecutivo municipal, podrían llevar a los conductores a "paralizar el servicio", según señalan los propios empleados.

Las ocho normas de seguridad que la plantilla de Tuvisa exige al gabinete de Gorka Urtaran se dividen entre las medidas que deberán cumplir los viajeros y las destinadas a salvaguardar la salud de los chóferes. Así, en primer lugar, el informe reclama establecer un "aforo limitado" para los autobuses, con zonas y asientos específicos en los que los usuarios deberán realizar el trayecto. No se establece aún, sin embargo, un ratio de viajeros concreto que no se podrá sobrepasar en cada autobús, por lo que ésta sería una de las condiciones a negociar una vez las partes se sienten a acordar la hoja de ruta definitiva.

Con el fin de que el servicio se preste "con garantías de salud para la plantilla y los viajeros", los conductores solicitan también que los usuarios no puedan pagar el billete en metálico "como mínimo" durante todo 2020, una prohibición que, además, "será revisable para 2021". De este modo, los viajeros sólo podrían abonar su viaje con la tarjeta BAT, no pudiendo hacerlo ni en monedas ni en billetes al menos lo que queda de año.

Los usuarios deberán igualmente, si el Ayuntamiento acepta finalmente las condiciones que plantea el comité de empresa, utilizar obligatoriamente la mascarilla para poder subir al autobús, y Tuvisa deberá además instalar dispensadores de gel hidroalcohólico para ser utilizados por los viajeros a la entrada y salida de los autobuses. El uso obligatorio de la mascarilla en el transporte público es una de las exigencias que el Gobierno Vasco quiere implantar para todos los transportes en Euskadi, además de tomar la temperatura a los usuarios en determinados puntos, aunque ambas cuestiones están aún por concretar.

Además de las medidas destinadas directamente a los usuarios, el comité de empresa establece varios requisitos mínimos a cumplir por la empresa pública en todos y cada uno de los autobuses que se pongan en circulación durante las sucesivas fases de la desescalada, y la consiguiente ampliación de un servicio que durante el estado de alarma ha visto reducidas sus frecuencias. En este caso, la primera indicación es que cada trabajador de la plantilla, "independientemente de su puesto", reciba a diario gel hidroalcohólico y unos guantes, además de dotarles de mascarillas FFP2 "con la frecuencia recomendada por el fabricante". La instalación de mamparas en los puestos del conductor "como paso previo para permitir el acceso de los usuarios por la puerta delantera" es por su parte una condición "innegociable" para los chóferes.

El comité, igualmente, fija dos últimas exigencias relacionadas con la desinfección tanto de los autobuses como de las propias instalaciones de Tuvisa. El Ayuntamiento deberá "limpiar y desinfectar todos los autobuses por la noche", y "como mínimo" desinfectarlos también una vez "en la mitad de la jornada o servicio", para lo que piden al gobierno local que "establezca un retén específico de limpieza para líneas en las que se acumulen un alto número de usuarios en relación a los límites establecidos". Del mismo modo, piden que se desinfecten "dos veces al día" las salas comunes, de administración e inspecciones de las instalaciones de Tuvisa.

En última instancia, el comité de trabajadores y los delegados de prevención aseguran que, "en el caso de que no exista una comunicación entre Tuvisa y el comité, y que no exista buena fe para dar cumplimiento a estos requisitos mínimos, o que durante cualquier jornada se incumplan, se dará la orden y se realizarán los trámites necesarios para paralizar el servicio", hasta que se habilite un "mínimo de garantía para la salud de la plantilla".

Cabe recordar que las relaciones entre la plantilla y el Ayuntamiento no pasan precisamente por su mejor momento, tras la decisión de poner en marcha un ERTE en la empresa pública. Así las cosas, y para buscar un acuerdo que permita activar todas las medidas de seguridad que solicitan antes de que el servicio inicie su vuelta a la normalidad, el comité reclama abordar "con urgencia y por los medios necesarios que permitan una comunicación segura" las pertinentes negociaciones.

Para los viajeros. El listado de exigencias que el comité de empresa de Tuvisa ha trasladado al Ayuntamiento incluye la obligación de que los usuarios lleven mascarilla para poder subir al autobús, limitar el número máximo de viajeros y establecer zonas específicas donde pueden ir sentados, o instalar dispensadores de gel hidroalcohólico a la entrada y salida del bus. También piden que no se pueda pagar en metálico al menos hasta 2021.

En los autobuses. Los chóferes piden que se suministre a toda la plantilla gel, mascarillas y guantes. Instalar mamparas en todos los puestos del conductor. También reclaman desinfectar los vehículos todas las noches, además de una vez en la mitad de la jornada o servicio, por lo que quieren que se establezca un retén de limpieza específico para las líneas con más usuarios.

Jacinto Benavente. El Ayuntamiento trasladará temporalmente dos paradas de la línea 2B de Tuvisa, a la altura de la calle Jacinto Benavente, con motivo de las obras del bus eléctrico inteligente (BEI). El cambio entrará en vigor el próximo lunes, y tanto la parada ubicada en la confluencia de la calle Jacinto Benavente con la calle Florida, como la situada a la altura de la calle Jacinto Benavente número 7, se trasladarán unos metros, dentro de la misma acera. Las obras del BEI arrancaron simultáneamente en diferentes puntos de la capital alavesa el año pasado, y en la actualidad hay brigadas operando en las zonas de Esmaltaciones, Mendizorroza, Zumaquera (frente al centro cívico Hegoalde), El Boulevard, Jacinto Benavente y el HUA. En este caso, el estado de alarma no ha parado las actuaciones y las obras continúan en los puntos fijados para la puesta en marcha del BEI a partir del verano de 2021.