El gol de Villalibre en el último suspiro que dio al Alavés el deseado ascenso a Primera fue una auténtica explosión de alegría no solo en Vitoria, también en muchos pueblos de Álava.

Mientras que en Urarte el joven Ekaitz animó con su trompeta a los vecinos que se echaron a la calle para celebrar la ansiada victoria albiazul, en Labastida no se quedaron atrás.

Tal y como ha publicado el usuario @juananorive en Twitter, en la localidad de Rioja Alavesa la felicidad estalló tras el gol de Villalibre con abrazos, saltos y cánticos, es decir, "puro éxtasis albiazul".