Álava era el único territorio histórico sin centro de la red Ekoetxea del Gobierno Vasco. Era, en pasado, porque desde el Ejecutivo autonómico se ha tomado la decisión de invertir más de tres millones de euros en poner coto a esa situación.

Una vez remediados ciertos problemas burocráticos relativos a la propiedad del inmueble, los operarios y la maquinaria de la subcontrata elegida para llevar a cabo las obras empezarán la tarea que convertirá un antiguo almacén en desuso en Salinas de Añana en un edificio icónico con objetivos muy concretos de formación y concienciación en materia de sostenibilidad y respeto medioambiental.

La futura Ekoetxea se ubicará en el número 24 de calle Real y aprovechará las ruinas de los muros de mampostería de un antiguo almacén de sal. Una vez en marcha, se sumará a los cuatro centros que componen actualmente la red de equipamientos ambientales del Gobierno Vasco ubicadas en Urdaibai, Meatzaldea, Txingudi y Azpeitia. 

Enclave único

La llegada de una Ekoetxea al Valle Salado no es casualidad. Dentro de las riquezas ambientales que abundan en Álava, Salinas de Añana es un enclave único que puede alardear de ser un biotopo protegido, un bien de interés cultural y una zona especial de conservación, además de estar catalogado como zona húmeda de importancia internacional.

No en vano, las eras salinas que se están restaurando desde hace un par de décadas conforman un paisaje peculiar, único en Euskadi, formado por más de cuatro kilómetros de canalizaciones de madera que llevan el agua salada desde los manantiales hasta los pozos y las terrazas, construidas con piedra, madera y arcilla, donde se recoge la sal.

Precisamente, según la información facilitada por el Gobierno Vasco, las estructuras y plataformas existentes en las eras del Valle Salado resultan la principal inspiración para el proyecto de la futura Ekoetxea de Añana. Esta será un edificio mirador construido sobre las ruinas de un antiguo almacén salino en el corazón del valle. 

Detalles de la obra

Una vez completados los trámites de cesión del suelo, el Departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno Vasco sacará a licitación la ejecución del nuevo centro por un importe de 3 millones de euros y un plazo de 24 meses. Una vez completada la actuación constructiva, se requerirá un periodo para completar la instalación y equipamientos de la nueva Ekoetxea.

El proyecto que maneja el Ejecutivo concibe el espacio como un edificio mirador hacia el valle, de inspiración en las eras salineras en el que agua será un importante elemento vertebrador de la propuesta.

El proyecto se basa en tres conceptos fundamentales: la singularidad del lugar, las ruinas y la filosofía de la red Ekoetxea. La integración en el lugar se propone como un edificio rehabilitado que se funde con el paisaje de las salinas. Además, se crea una cubierta de agua, emulando a las eras, para contribuir a la integración del centro en el paisaje característico del lugar y aprovechar los beneficios térmicos sobre el ahorro energético que aporta una cubierta de este tipo.

En la parcela sobre la que se levantará el edificio, que cuenta con una superficie de 394 metros cuadrados, se encuentran las ruinas de los muros de mampostería de un antiguo almacén de sal. A la hora de redactar el proyecto de ejecución para el nuevo centro Ekoetxea se ha entendido que la mejor respuesta arquitectónica ante la existencia de restos arqueológicos era la de respetarlos y ensalzarlos.

Para ello, se propone separarse de los muros de mampostería existentes, generando una distancia de 50 centímetros entre la fachada del nuevo edificio y los muros, que las y los visitantes podrán observar a través de una piel de vidrio. De esta forma, los muros de mampostería existentes serán protagonistas.

El edificio mostrará la biodiversidad y la sostenibilidad a través de materiales divulgativos físicos y digitales, al tiempo que atraerá biodiversidad de su entorno, mediante la creación de huecos en las nuevas fachadas de revoco, así como entre los muros de mampostería existentes y las nuevas fachadas propuestas, para permitir la vida de fauna, principalmente aves como carboneros o vencejos, habituales en la zona.

Distribución

El proyecto se distribuye en planta semisótano, baja y primera. En la planta baja, a la que se accederá descendiendo alrededor de 70 centímetros de la cota actual de la calle Real, se encontrará un espacio de acogida a visitantes y recepción de grupos de 120 metros cuadrados, las oficinas de Ekoetxea, una sala de reuniones y los aseos.

Desde la planta baja se accederá a la planta semisótano por medio de escaleras y ascensor. Esta planta se configura para exposiciones. Sus 258 metros cuadrados estarán divididos en dos espacios principales, mediante el muro de mampostería preexistente. Por último, en la planta primera se ubicarán las oficinas de la Fundación Valle Salado de Añana y un office para la plantilla.

La superficie construida total será de 726 metros cuadrados de los que cerca de 639 corresponden a superficie útil. La selección de materiales para la ejecución del proyecto se realizará de acuerdo con los criterios de edificación sostenible, teniendo en cuenta que sean materiales de larga vida útil, de bajo mantenimiento, de origen geográficamente próximo, con baja energía embebida, y materiales saludables y libres de toxicidad. La madera empleada será certificada.

Se plantea, asimismo, la reutilización de aguas grises y pluviales previo tratamiento y depuración, tanto para los inodoros como para refrescar la cubierta de agua en época estival. Los grifos contarán con aireadores y reguladores del caudal, con el fin de minimizar el consumo. Estas medidas están destinadas a convertir Ekoetxea Añana en un edificio circular en materia de agua.

Datos:

  • ¿Qué es? La red de centros Ambientales de Euskadi, Ekoetxea, está gestionada por el Gobierno Vasco a través de su sociedad pública Ihobe.
  • ¿Dónde están? Urdaibai y Meatzaldea, en Bizkaia; y Txingudi y Azpeitia, en Gipuzkoa. Próximamente, a ellos se sumará el recinto de Salinas de Añana, que será el primero de la red en el territorio histórico de Álava.
  • Estrategia. La estrategia está basada en los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030, pretende conectar las diferentes políticas de biodiversidad, cambio climático y economía circular con las personas. Así, cada Ekoetxea se transforma de un centro de interpretación a un centro ambiental, entendido como equipos cercanos a los ciudadanos.
  • Objetivos . Pasa por cambiar la forma de pensar y actuar de las personas de manera sostenible. Intenta impulsar la transformación ecosocial a través de políticas ambientales, de forma digital y presencial, en entornos emblemáticos, para involucrar a la ciudadanía y generar valor para el país. 
  • Actividad en 2023:

–132.771 visitas presenciales. –34.464 personas usuarias.

–29.689 escolares han disfrutado aprendiendo sobre sostenibilidad.

–Más de 5.000 personas usuarias en la comunidad digital.

–Más de 2.000 compromisos ciudadanos por parte de casi 400 familias.

–256 experiencias ofertadas en los 4 centros de la red.

–Una valoración de un 9,5.

  • Presupuesto. Las principales partidas son para la cimentación (331.141 euros), estructura de madera (317.624 euros), fachadas y albañilería (322.551 euros), y muro cortina y carpintería exterior (550.175 euros), entre otros.