El presidente de las Asociaciones de concesionarios oficiales de las marcas automovilísticas y de maquinaria agrícola estatales Faconauto, Gerardo Pérez, inaugura esta mañana la jornada organizada por SEA Empresas Alavesas bajo el título la Automoción en Euskadi.

¿Cuál es el panorama de la automoción en el País Vasco?

Es una fotografía muy parecida a la que hay a nivel estatal. Estamos en un nivel de ventas que cae el 1% con respecto al pasado ejercicio, pero lo más preocupante es el descenso del 40% sobre el año previo a la pandemia, 2019. Son datos preocupantes y sobre los que hay que trabajar porque un sector como el automovilístico necesita un mercado robusto que permita crear empleo.

¿Espera Faconauto una remontada en el nivel de ventas de cara a la segunda mitad de este ejercicio?

El segundo semestre debiera ser un poco mejor porque los pedidos hecho durante la fase más crítica de la crisis de los semiconductores están llegando ahora y ese periodo crítico está remitiendo. Por eso desde Faconauto pensamos que va a haber un pequeño repunte y lo interesante sería que también los pedidos siguieran creciendo a ese nivel.

"Esperamos un repunte de ventas en el segundo semestre del año"

Desde Faconauto han vaticinado que en 2024 llegará la recuperación total. ¿Aguantará el sector?

La red de concesionarios está aguantando bien. Somos empresarios con músculo financiero y elevado nivel de profesionalización. En una crisis como la actual hace 25 o 30 años, habría caído el 30% de la red comercial y ahora esas caídas son contadas y por motivos muy definidos.

Los concesionarios están viviendo una tormenta perfecta con la pandemia, primero, la crisis de semiconductores y ahora el encarecimiento de los combustibles.

Cada año pedimos que el que venga sea mejor que el que finaliza. Todos los acontecimientos extraordinarios que se han producido en los últimos años afectado al sector de una manera muy directa. No hay ninguno en el que todo esto que hemos vivido le haya impactado tan de lleno como al automóvil. Queda demostrado con esto la importancia de tener una red profesional y potente y el ejemplo que debe mirar la economía española para poder ser más resistente.

El sector también sufre con la renegociación de contratos por parte de las marcas y el auge del mercado ‘online’.

La venta online no la vemos como una amenaza, sino como una oportunidad para los concesionarios. Otro tema es el cambio de contrato que se está produciendo de manera unilateral y sin consenso, que supone apropiarse del fondo de comercio que cada concesionario ha venido generando durante años. Es un tema que debemos repensar y el fabricante actuar con una absoluta responsabilidad.

El abanico de opciones de compra para un cliente es enorme y todo se orienta a las energías renovables y la electrificación.

Lo interesante de este tema es que el consumidor tiene muchas opciones y todas válidas. El que tenga un poder adquisitivo alto puede comprarse uno eléctrico y recargarlo en su domicilio. El híbrido enchufable es otra muy buena opción y también los motores modernos combustión. Son más económicos y permiten que todos los ciudadanos puedan optar a un coche nuevo y a la democratización del automóvil. No podemos pensar que, a corto plazo, el vehículo eléctrico va a ser la realidad general para todos porque el 76% de las familias vascas no pueden permitirse comprar un coche eléctrico y restringir la movilidad a unos pocos con alto poder adquisitivo, sino que tenemos que utilizar todas las herramientas que tenemos para descarbonizar. La más importante es vender coches modernos de combustión y achatarrar coches viejos .

"No se puede restringir la movilidad a unos pocos con alto poder adquisitivo"

Comentaba que los motores de combustión eran la ‘gallina de los huevos de oro y que no se podía terminar con ella’.

España es el segundo fabricante europeo de motores de combustión y de automóviles. Europa, como gran fabricante de automóviles, se está pegando un tiro en el pie con una descarbonización sin sentido que ataca la línea de flotación de esta industria. Esa carrera alocada va a costar muchos coches fabricados en España y muchos puestos de trabajo. La propuesta de que todo el mundo compre un coche eléctrico se ha lanzado sin que antes la Administración haya hecho los deberes.

Álava es territorio automovilístico. ¿Qué le parece el plan de inversiones de Mercedes-Benz y la tensión sindical que existe?

Empresarios y trabajadores tienen que hacer juntos los deberes en estos tiempos con tantos problemas externos y establecer las condiciones ideales para que los fabricantes consideren a este país como gran lugar donde invertir. Eso se logra mediante un mercado robusto y potente y, en segundo lugar, con una paz social de la que somos responsables empresarios y trabajadores sentándonos a negociar y acordar.