La comisión de Equilibrio Territorial de las Juntas Generales de Álava aprobó ayer la enmienda presentada por EAJ-PNV y PSE-EE a la moción sobre la necesidad de las haurreskolas en la zona rural, una iniciativa planteada por el grupo juntero populares alaveses.
En concreto, la citada comisión dio luz verde a un documento por el que las Juntas instan al Departamento de Educación del Gobierno Vasco a continuar en su labor de garantizar el servicio asistencial y pedagógico que proporciona la red del Consorcio Haurreskolak en el ámbito rural alavés, y a que siga dotando el servicio del presupuesto necesario, que había sido propuesta por Izaskun Moyua y Jon Nogales y defendida por la juntera Maider Murillo.
La propuesta de Ana Salazar, del PP, señalaba que las haurreskolas resultan un servicio público esencial y clave para nuestra zona rural, un servicio que apoya la conciliación laboral y familiar, así como permitir la igualdad de derechos entre quienes viven en la zona rural, un servicio que evita la despoblación en los pueblos. Para mantener dicho servicio es necesario adaptarlo a la realidad de la zona rural, que se revisen las ratios de alumnos para evitar la pérdida de estas aulas, ya que no son lo mismo los que se puedan pedir en municipio de un alto número de población que lo que ocurre en los pueblos alaveses. Salazar argumentó que es un servicio importante para muchas personas, especialmente para quienes viven en los pueblos y deben desplazarse a Vitoria u otros lugares para trabajar y deben dejar a los hijos con otras personas. En ese sentido, contó el largo proceso que debe seguir una familia cuando no existe ese servicio, porque no se cumple la ratio o para solicitarlo. Y a ello se suma la importancia de poder contar con dotaciones económicas para poderlo financiar.
Por esa razón, pedía que desde el Gobierno Vasco se tome en consideración la singularidad de Álava y que Educación revise los ratios de alumnos y habilite una fórmula para garantizar una dotación presupuestaria suficiente para mantener abiertas las haurreskolas rurales, considerando la realidad existente en los pequeños municipios. En ese sentido, puso como ejemplo la excepción que se tuvo que hacer para mantener la de Maeztu.
En las intervenciones posteriores, David Rodríguez, de Elkarrekin Araba, planteó que se pidiera al Gobierno Vasco el implantar progresivamente la gratuidad y el acceso universal a la oferta pública de las haurreskolas (de O a 3 años), a ajustar las ratios, discriminando positivamente a los municipios poco poblados facilitando su apertura, a aumentar las plazas atendiendo a la demanda por comarcas y a la necesidad de conciliación de las familias, incluyendo las condiciones de teletrabajo, con especial atención a las familias monomarentales. Por su parte, Javier Argote, de EH Bildu, planteó que incluya la enseñanza pública y gratuita desde los O años en el sistema educativo del País Vasco, reconociendo la importancia del primer ciclo de cero a tres años de Infantil. Asimismo, insistió en que se adapten los ratios del Consorcio Haurreskolak a la demanda real de los municipios de las zonas rurales, de manera que se ofrezca dicho servicio público de manera estable. Por EAJ-PNV, Maider Murillo, afirmó que las haurreskolas son servicios necesarios en los pueblos y por ello enmendaban la moción para reclamar que se mantenga esa política asistencial y pedagógica que proporciona la red a las familias.