El estado de alarma continúa y, aunque desde hoy los niños van a poder disfrutar por fin de la merecida libertad -más o menos- que debían, en la capital alavesa el día a día sigue su curso con vistas al ansiado, y probablemente aún lejano, retorno a la nueva normalidad que deparará el coronavirus. Por el momento, la jornada de ayer deparó amplias colas de nuevo en los supermercados ante la cercanía del periodo festivo que llega esta semana, con un San Prudencio que será muy diferente al que se podía esperar hace apenas un par de meses. Con el santo patrón teniendo que aguardar al menos hasta el año que viene para poder disfrutar de su día, en Vitoria muchos se preguntan que ocurrirá finalmente con unas fiestas de La Blanca que, a estas alturas y salvo sorpresa, todo apunta a que también deberán de esperar hasta el año que viene. Por ahora, Celedón se cuida de lo que pueda venir con su mascarilla, dubitativo por lo que le va a deparar un verano sin el tradicional txupinazo en la Plaza de la Virgen Blanca. Mientras, en Vitoria las familias continúan haciendo frente como pueden al confinamiento con mil y un ideas en el caso de que a los más pequeños de la casa les toque cumplir años. Como Euken, a quien su familia, con ayuda vecinal, preparó toda una sorpresa para celebrar sus tres años. Hoy, al menos, podrá disfrutar de su cumpleaños, aunque sea un día después, jugando en la calle.