Luiaondo - “Dejando al margen el de Gernika, si existe un árbol simbólico en Euskadi ese es el árbol Malato”. Así de contundente se muestra el investigador laudioarra Félix Mugurutza, que a las 12.00 horas de mañana sábado contará la historia que encierra este lugar, situado en la localidad ayalesa de Luiaondo, en el marco de un homenaje a este poco conocido símbolo histórico, que ha partido del Ayuntamiento de Ayala.
El acto, en el que no faltará aurresku de honor y ofrenda floral, ni el entonado de canciones no menos simbólicas como Gernikako arbola o El roble y el ombú, tiene como objeto llevar a cabo uno de los sueños del propio Mugurutza: la inauguración de un panel explicativo de la historia del monumento, al que ya en octubre de 2016 se acercaron representantes de las Juntas Generales de Bizkaia en una visita enmarcada dentro de las jornadas europeas de patrimonio.
Y es que, el árbol Malato marcaba en la Edad Media el límite fronterizo entre Bizkaia y Araba y, como tal, aparece citado en la leyenda creada en torno al primer señor de Bizkaia y la historia de la sangrienta batalla de Padura, que supuso la victoria de las tropas capitaneadas por Jaun Zuria frente a las del hijo del Rey de León y dicen que los supervivientes leoneses fueron perseguidos hasta el árbol Gafo o árbol Malato. Apelativo con el que se denominaba a las personas que, “debido a la artrosis, tenían torcidos los dedos y parece que el árbol tenía las ramas muy encorvadas”, señala Mugurutza.
Este mito, de hecho, aparece reflejado en un cuadro de 1882 realizado por Mamerto Seguí, y que se puede ver en el museo de Euskal Herria de Gernika, que idealiza al legendario primer señor de Bizkaia, plantando sus armas en donde él entendía que no había que avanzar más tras el final de la Batalla de Padura. “De ahí que hay quien dice que el árbol del escudo de Bizkaia es el árbol Malato y se piensa también que es el que aparece en el escudo de Laudio”, apunta Mugurutza.
Leyendas aparte, lo cierto es que el árbol Malato tiene dedicada, de forma específica, la ley quinta del primer fuero de Bizkaia (1452), donde se le cita como el punto exacto hasta donde tenían que luchar los guerreros para defender su territorio. “Su función era la de mostrar la intención de los vascos: defender hasta ahí el territorio, con armas si era preciso, de manera voluntaria y de ahí en adelante sólo como mercenarios, a cambio de dinero por participar en guerras ajenas. No olvidemos que estamos en plena período conocido como reconquista, por lo que nuestro árbol refleja en cierto modo la objeción o insumisión frente a las órdenes del rey de Castilla”, opina el investigador laudioarra.
De roble a cruz de piedra Con todo, aquel árbol renombrado, conocido y referencial en el país de los vascos hace ya mucho tiempo que no existe, porque se secó. “Está documentado que en el 1603 ya había desaparecido el viejo roble y durante décadas se pidió en las Juntas Generales de Bizkaia que se pusiese un monumento conmemorativo”, relata Mugurutza. La petición fue atendida en 1730 cuando se colocó en su lugar la cruz de piedra que se puede ver hoy día, con la inscripción en su base este es el sitio donde estaba el memorable árbol Malato del que hablan las historias y la ley quinta del título primero del fuero del muy noble y leal señorío de Vizcaya.
Y es que, a pesar de encontrarnos en territorio alavés, “el espacio de ese monumento ha pertenecido a Bizkaia hasta hace poco. Es decir, estamos en el punto simbólico usado por los dos territorios históricos para abrazarse mutuamente”, apostilla Mugurutza, que siempre ha incidido en que siendo un lugar tan trascendental, “se encuentra, sin embargo, bastante olvidado desde que la abolición de los fueros en 1876 le robó su función”. De aquí que el Ayuntamiento de Ayala vaya a inaugurar un panel que recuerde para siempre su historia.