Vitoria - Olentzero volvió de nuevo a congregar la pasada Nochebuena a miles de gasteiztarras dispuestos a aguantar un poquito de frío -aunque menos que otros años- para alegría de txikis y no tan txikis. El recorrido arrancó junto al centro cívico Iparralde y culminó como todos los años en la Plaza Nueva, donde Olentzero y Mari Domingi saludaron al gentío.
El carbonero, muy rejuvenecido este año, agradeció a los presentes su asistencia a la cabalgata y se despidió hasta el año que viene con su tradicional canción, al igual que Mari Domingi, que también se animó a cantar su propia melodía. Olentzero y Mari Domingi se dieron así un baño de masas por las calles Portal de Legutiano, Francia, Paz y Olaguibel hasta la balconada del Ayuntamiento, donde subieron finalmente con algo de retraso respecto a la hora prevista.
En realidad, la jornada había arrancado para ambos mucho antes, pues desde la mañana recibieron a los niños y niñas en la Casa Consistorial, una cita que además este curso se prolongó oficialmente una hora más de lo habitual, pues los txikis tuvieron hasta las 15.00 horas para hacer llegar sus deseos al carbonero más famoso. Ya por la tarde, más de cuatrocientas personas formaron parte del desfile, que entre otros colectivos contó con la música de la Academia Municipal de Folklore.
judizmendi Pero como Olentzero es omnipresente, prácticamente a la misma hora el carbonero y Mari Domingi hicieron también las delicias, al igual que en días previos, de los niños de otros barrios de Vitoria. Como el de Judizmendi, que contó con una kalejira desde la iglesia de San Juan y acabó en los locales de la asociación vecinal Judimendikoak, donde se celebró una merendola y un vino caliente.
También el lunes, por la mañana en este caso, tuvo lugar la tradicional bendición del Belén de la Florida, en la que además de la presencia del alcalde, Gorka Urtaran, y otros representantes de los grupos políticos de la corporación municipal, se pudo disfrutar de la participación musical de la Coral Manuel Iradier.