Vitoria - La plataforma SOS Iruña-Veleia considera que existen múltiples motivos para archivar la demanda judicial contra los encausados por el caso de los grafitos presuntamente falsos del yacimiento alavés. Ayer, en un acto conjunto en el que estuvieron presentes los ex responsables de la excavación, Eliseo Gil e Idoia Filloy, el geólogo Oskar Escribano, el geoquímico Koenraad van de Driesche y el filólogo Juan Martín Elexpuru, los protagonistas de este largo proceso que dio comienzo en 2005 con unos supuestos hallazgos excepcionales, dijeron que la causa no debería seguir adelante por diversas razones. La principal es que, aseguraron, las piezas no han estado precintadas y a salvo de posibles manipulaciones, sino almacenadas en el museo Bibat y a disposición de la Diputación, que es la parte querellante. Además, recordaron que frente a los seis análisis esgrimidos por el ente foral para sustentar la acusación de falsificación, SOS Iruña-Veleia cuenta con una veintena de documentos que apuntan justo en sentido contrario. Subrayaron que la investigación llevada a cabo hasta ahora ha descartado con rotundidad que existiera ánimo de lucro por parte de los responsables del yacimiento lo que, a su entender, desmonta la teoría de que existiera una trama organizada.
Los intervinientes explicaron que desde hace años solicitan que se lleve a cabo un estudio en un laboratorio especializado en arqueometría. Esta prueba -afirmaron- resolvería todas las dudas sobre la autenticidad de los grafitos y zanjaría la cuestión en tan solo una semana. Al no existir laboratorios de ese tipo en España, los integrantes de la plataforma se han puesto en contacto con el British Geological Survey y obtuvieron un proyecto de análisis “de total garantía” acompañado de un presupuesto “más que razonable”. Sin embargo, indicaron que ni la Diputación ni el juzgado han accedido a que se lleve a efecto.
Filloy señaló que no parece lógico que un juzgado de lo penal sea el órgano más adecuado para dirimir una cuestión puramente científica sobre la cual ni siquiera los expertos son capaces de ponerse de acuerdo. “Tendrá que dilucidar, en su caso, si los encausados cometieron delito o no, si falsificaron las piezas o no. ¿Con qué pruebas cuenta la acusación? ¿Han hallado el taller donde supuestamente se hicieron las falsificaciones? ¿Los instrumentos de grabación? ¿Papeles, cartas, correos electrónicos, llamadas telefónicas? ¿Algo? Nada. Conocemos el informe policial de más de 700 páginas y podemos asegurar que no existe nada que incrimine a Eliseo Gil y a Oskar Escribano en una supuesta falsificación”, manifestó.
Los portavoces del colectivo que defiende la inocencia de Gil y Escribano recordaron que los encausados acumulan nueve años de “pena de banquillo” y exigieron el archivo de la causa judicial.