LAGUARDIA - La plaza Nueva de Laguardia y su frontón antiguo, separados solamente por la calle que corre paralela a la muralla de la villa medieval riojanoalavesa, se han convertido durante este pasado fin de semana en un enorme mercado de antigüedades.

Organizado por la Asociación de Anticuarios de La Rioja y norte de España, ARNES, se trataba de la segunda ocasión que acudían al pueblo, y aunque los resultados de visitantes y ventas no hayan sido los mejores, los organizadores se dan por satisfechos, como contaba ayer un miembro del equipo, José Ramón Alonso. “Esta segunda edición ha sido un poco más flojilla que la primera, ya que aquella tuvo el factor de la sorpresa y vinieron muchas personas, especialmente más coleccionistas. Otro factor que ha influido es que estamos haciendo más ferias por la zona y esto repercute en la asistencia de visitantes. Pero aun así, sigue siendo un importante recurso turístico que atrae a muchas personas”, remarcó Ramón Alonso.

Respecto a los resultados tras los dos días de exposición y venta, el integrante del equipo organizador destacaba que “en líneas generales estamos muy contentos y satisfechos, aunque quizás un poquito más de ventas no hubiera venido mal”.

En cuanto al perfil de las personas que han recorrido los diecisiete puestos a lo largo de los dos días del fin de semana, Alonso explicaba que “los visitantes que han venido eran de Laguardia, pero también había muchos turistas y por supuesto los coleccionistas, que saben a qué puestos acudir para buscar los objetos de su gusto”.

Lo cierto es que un paseo entre ellos resultaba un apasionante encuentro con la memoria y la historia. Repartidos por ambos espacios había carteles antiguos de chapa, herramientas, cámaras de fotos de fuelle y de escribir, objetos militares, estatuas y un sinfín de objetos, aunque los más abundantes eran los relacionados con el trabajo en el campo y con la elaboración del vino, que suelen ser los que mejor salida tienen en el mercado, principalmente con destino a las bodegas del Rioja o a los chamizos o los txokos particulares. Nada extraño en una tierra tan ligada al vino como ésta.

variedad de precios Y por supuesto, artículos con una gran variedad de precios, Alonso señalaba que “en esta edición, como siempre, hemos traído objetos para todos los gustos y a todos los precios. Desde un euro hasta el objeto más valioso de esta segunda feria que era un cañoncito, una culebrina, del siglo XVI, que vale 200 euros”.

La II Feria de Antiguedades de Laguardia, que contó con el apoyo del Ayuntamiento de la localidad para su celebración, concluyó a primera hora de la tarde, al filo de las 15.00 horas, bajo un imponente sol.

Dónde. La segunda edición de la cita se celebró en la plaza Nueva y el frontón antiguo de Laguardia.

Cuándo. La feria, organizada por ARNES, arrancó el sábado y concluyó ayer.

El miembro de la organización, eso sí, destacó ayer el descenso producido en las ventas.