vitoria - El acto de conciliación previsto ayer en la capital alavesa para tratar de reconducir los despidos de dos jóvenes de una contrata que trabaja para el Ayuntamiento de Legutio concluyó como había comenzado. Es decir, sin acuerdo. Con ello se añade un capítulo más a un relato que alimenta la polémica entre los jóvenes de la Gazte Asanblada de Legutio y la alcaldesa del municipio, Nekane Garaigordobil, de EH Bildu, a la que el colectivo juvenil de la localidad acusa de presionar a las citadas contratas para despedir a varios jóvenes el pasado mes de enero.
Los hechos que generaron los despidos se dieron después de que el colectivo celebrara sin permiso una asamblea para preparar las fiestas de San Blas en la Casa de Cultura de Legutio, a la que accedieron con las llaves de una de las monitoras. Desde la publicación de la noticia en DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA el pasado 2 de febrero, la tensión entre las partes ha sido palpable, primero con la manifestación celebrada frente al Ayuntamiento, en la que los jóvenes recibieron un notable apoyo de los vecinos, y posteriormente en el Pleno municipal del 22 de febrero, donde se produjo un enfrentamiento entre la alcaldesa y los jóvenes despedidos, que acudieron al Pleno extraordinario, convocado por la primer edil a las 8.00 horas.
Ayer mismo, el Ayuntamiento, una de las dos empresas adjudicatarias y las dos monitoras despedidas por ella -los otros dos jóvenes corresponden a una segunda empresa- estaban llamadas a un acto de conciliación en el Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación (SMAC), que acabó sin acuerdo, tal y como certificó la letrada conciliadora responsable del caso de las dos jóvenes.
El germen del enfrentamiento entre la Gazte Asanblada de Legutio y la alcaldesa de la coalición abertzale se remonta al 15 de enero, cuando los jóvenes de la asociación accedieron, sin autorización expresa, a la Casa de Cultura para celebrar una reunión destinada a preparar las fiestas de San Blas en la localidad. Al estar cerrada, dos de las jóvenes de la Gazte Asanblada, monitoras de tiempo libre en el recinto contratadas por las empresas adjudicatarias, utilizaron sus llaves para acceder. En la reunión se encontraban también otros dos monitores, que prestan servicio de cancheros para otra firma adjudicataria. Al conocer que los jóvenes se encontraban en el recinto, la propia alcaldesa acudió al lugar y echó a los jóvenes. - DNA / Foto: DNA