La innovación puede abrirse puertas de forma casual o tras una búsqueda sistemática, ser una excepción en periodos de sequía intelectual o arribar por oleadas. Ahora, toca tsunami. Seguramente porque la necesidad alimenta la lucidez. Cientos de profesionales alaveses han hecho de la imaginación su estandarte para encontrar conocimientos y soluciones alternativos que alumbren mejores formas de producción e impulsen el crecimiento económico de los sectores que investigan. Algunos arrastran años trabajando por la vanguardia y otros apenas han asomado su cabeza emprendedora, pero todos están aportando ese plus de sabiduría capaz de mover montañas. Son genios con ingenio, de ésos que se alimentan del placer de la curiosidad. Y no sólo viven en nuestro territorio. También piensan quedarse en él. Será que cuando la creatividad toma forma y triunfa derriba por sí sola las fronteras. Aernnova, CIC Energigune, Biomimetiks, Instalaciones del Valle Aguayo y Neiker son buenos ejemplos. Con los cinco ha hablado, y se ha asombrado, DNA.
El hombre siempre soñó con volar. Y al final esa fantasía se materializó en un aparato con alas. Ahora, el avión forma parte habitual de nuestras vidas. Al año, se realizan miles de millones de vuelos. Y más de los que imaginamos llevan sello alavés. Aernnova, con sede central en el parque tecnológico de Miñano, es una de las diez principales compañías del mundo en fabricación de aeroestructuras, como alas, empenajes, fuselajes traseros... Creada en 2006, es en realidad sucesora de la antigua Gamesa Aeronáutica, por lo que acumula ya más de veinte años de historia. Su plantilla se compone de 5.535 personas, de las que 1.504 pertenecen al territorio histórico. Talento local a propulsión que ha ayudado a registrar en el último ejercicio una facturación de más de 600 millones de euros, de los que el 12% corresponde al apartado de I+D+I.
De todos los proyectos desarrollados, hay dos de los que Aernnova se siente especialmente orgulloso. "Este último año ha marcado un hito", subraya el presidente, Juan Ignacio López. La compañía participó en los dos nuevos modelos A-350 XWB de Airbus (para entre 270 y 350 pasajeros) y CSeries 100 de Bombardier (entre 110 y 160 pasajeros), que realizaron sus primeros vuelos en los meses de junio y septiembre de 2013 respectivamente. Su cometido fue el diseño y fabricación de estructuras de material compuesto, con más de 200 ingenieros implicados, desde la nueva planta de montaje de la localidad alavesa de Berantevilla. Desde allí se enviaron elevadores, rudders, cajones centrales y conos de cola.
Los teléfonos móviles son otro de esos aparatos sin los que no sabemos vivir. Por eso, antes de adquirir uno, hay quienes se fijan mucho en la duración de la batería. La mayoría todavía languidecen demasiado rápido, aunque tal vez pronto dejen de hacerlo y sea en parte gracias a CIC Energigune. Este centro inició su labor investigadora en almacenamiento de energía en 2011 y ya está rozando el top cinco mundial del sector. La labor que realiza resulta clave, porque de ella depende el desarrollo de la sociedad moderna de una manera más eficiente y sostenible. Para funcionar, la entidad se nutre de todo el talento local posible, aunque entre sus 65 trabajadores hay más de once nacionalidades distintas. Su sede está en el parque tecnológico de Miñano y, desde ese punto referencial, es capaz de trabajar con universidades de la talla de la MIT de Boston o Cambridge y de colaborar con grandes empresas, a la vez que desarrolla conjuntamente con sus homólogos internacionales más brillantes tres proyectos europeos punteros. La UE le lanzó la invitación y fue inmediatamente recogida. Un caramelo.
Una de esas iniciativas, liderada por la Universidad de Liverpool y con el CIC entre sus doce socios, tiene como objetivo desarrollar microsensores que controlen la temperatura y la presión interna de las células de litio para conseguir una mayor duración de las baterías y su uso a gran escala en redes. El segundo de esos proyectos pretende conseguir baterías más seguras y resistentes para los todavía testimoniales vehículos eléctricos y, en ese afán, la labor del centro alavés consiste en investigar el por qué de la rápida degradación actual para luego definir formas que consigan ralentizarla. Por último, y con la mayor inversión de las tres acciones, se están estudiando nuevas aplicaciones del grafeno a los supercondensadores -elementos de almacenamiento de energía de gran potencia y alta densidad- y a las llamadas baterías Li-on. "Para nosotros, que las instituciones europeas reconozcan la calidad de nuestro trabajo es un acicate para continuar trabajando en la línea de la excelencia y en la transmisión de esta investigación al tejido industrial vasco", sostiene el director general del CIC Energigune, Jesús María Goiri.
Ya lo dijo Charles Darwin. "No es la especie más fuerte la que sobrevive, sino la que mejor se adapta al cambio". Una máxima de todo innovador que se ha convertido en la carta de presentación de la página web de Biomimetiks. Esta joven empresa nació en mayo de 2011 de la mano del ingeniero industrial Sergio González, la física Amaia Montans y el biólogo Imanol Oquiñena. No hay otra igual en todo el Estado. Con sus servicios de consultoría, formación y divulgación, los tres profesionales pretenden ayudar a otras compañías a buscar soluciones tanto a sus proyectos como a su gestión a través de la biomimética. ¿Y qué supone eso? Pues aprender cómo la naturaleza resuelve los conflictos, tras 3.800 millones de años ejecutando la secuencia prueba-error, para adaptar esa sabiduría al objetivo en cuestión. "Y este concepto puede aplicarse tanto en innovación tecnológica como para la organización de una empresa", explica Sergio.
Cada vez son más las entidades que muestran interés por esta filosofía de trabajo. Entre los últimos proyectos de Biomimetiks destaca el desarrollado para Innova con una pieza de helicóptero como protagonista. El elemento en cuestión corresponde al buje que une el rotor con la pala, el encargado de transmitir las tensiones generadas por la pala al helicóptero. Frente al planteamiento del manual tradicional de aeronáutica, esta joven empresa demostró cómo reproduciendo la solución que aporta la naturaleza y que se puede encontrar en la base de los troncos de los árboles, era posible reducir en un 45% las tensiones frente al 38% de la propuesta oficial. El ejemplo fue, curiosamente, la secuoya de Urkide. Y el resultado todo un éxito, ya que permitió llevar a cabo un diseño más compacto y, por tanto, con menos peso y volumen -dos factores clave para cualquier diseño en este sector-, sin que se incrementara el coste de fabricación.
Necesariamente, la innovación va de la mano del inconformismo. Y de eso se encuentran grandes dosis en Instalaciones y Montajes Eléctricos Del Valle Aguayo. Esta pyme alavesa nacida en 1987 podría haberse dedicado a las labores tradicionales de su gremio, pero prefirió complementar ese trabajo con la investigación y desarrollo en el ámbito de las energías renovables. Un objetivo patente dentro de la propia Vitoria. "Hemos dejado y seguiremos dejando nuestra huella en la ciudad, y seguiremos apostando por el desarrollo de productos innovadores al servicio de la sociedad", sostiene su propietario, Enrique del Valle. En la nueva residencia de la tercera edad de Abetxuko hay una central fotovoltaica para autoconsumo con su sello, y otra que vierte su energía en la red en el edificio de Krea. Al llegar al parque tecnológico, donde la compañía tiene su laboratorio, un majestuoso aerogenerador da la bienvenida al paseante. A lado de los edificios, hay dos seguidores solares, también suyos. Y no es casualidad. Esta empresa es responsable del desarrollo de los seguidores solares de hasta 12 kilowatios de potencia que se instalaron en un gran número de plantas fotovoltaicas en toda España.
Colaboradora activa con empresas vascas, la pyme ha irrumpido también en el sector de la iluminación con tres productos de alto valor tecnológico. El primero es la farola solar, un equipo de altas prestaciones, sin coste energético, ni cableados, ni zanjas, ni apagones, perfecto para esos ayuntamientos que tanto presumen de sostenibilidad. Esa misma filosofía acompaña al sistema DVLux, un equipo autónomo con paneles solares y acumuladores que es capaz de sustituir hasta seis luminarias en instalaciones ya existentes, perfecto para el ámbito rural. Igualmente eficiente es el smart power, galardonado recientemente en la Galería de Innovación Genera. Se trata de un sistema híbrido que mediante una planta fotovoltaica y acumuladores reduce el consumo a sólo 2 kilowatios de potencia, en horas nocturnas y en las épocas de menos insolación, dando plena autonomía al usuario en verano.